Esguinces

Categorías: Rehabilitación

El esguince es una lesión que se produce en los ligamentos que están alrededor de la articulación. Estos ligamentos sirven para sostener los huesos y cuando se estiran demasiado o se rompen, la articulación se inflama y duele.

Normalmente se produce en los tobillos, muñecas, vértebras cervicales y dedos de las manos.

Existen diferentes grados en un esguince:

Grado 1: se produce cuando se da la distensión del ligamento, sin incluir rotura. La zona se hincha y hay dolor de intensidad variable, aunque la articulación se puede mover normalmente.
Grado 2: en este caso hay rotura parcial o total de los ligamentos. No se puede mover la articulación normalmente y el dolor es más intenso.
Grado 3: rotura total del ligamento con arrancamiento con respecto al hueso. A veces es necesaria la cirugía para reparar el ligamento afectado.

¿Cuáles son las causas más comunes del esguince?

Como hemos dicho, el esguince se produce cuando una articulación se estira más de lo normal, por ejemplo, una torcedura de un tobillo.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más habituales que sufrirán los pacientes con esguinces son:

Dolor articular o dolor muscular.
Hinchazón en la zona afectada.
Rigidez articular.
Cambio de color de la piel, con la aparición de hematomas.
Calor en la zona lesionada.

¿Cómo se trata un esguince?

Cuando se produce un esguince se aconseja actuar lo más rápido posible para sufrir los menos síntomas posibles. Así, se debe aplicar hielo inmediatamente después para reducir la inflamación. Se puede vendar la zona, de forma firme pero sin apretar, para evitar que la articulación se mueva demasiado.

Además, se recomienda mantener la articulación elevada, incluso mientras se duerme.

El médico le recetará analgésicos y antiinflamatorios para reducir el dolor. Además, se puede acudir a fisioterapia para recuperar el movimiento y la fuerza en la zona más rápidamente.

Normalmente un esguince suele durar unos 7-10 días

¿Se puede prevenir un esguince?

Existen algunas costumbres que pueden aumentar el riesgo de sufrir un esguince. Para evitarlo, se recomienda lo siguiente:

Utilizar calzado protector cuando se realizan actividades que ejerzan tensión sobre el tobillo y otras articulaciones.
Utilizar siempre calzado que se ajuste al pie adecuadamente.
Evitar tacones altos.
Calentar antes de practicar deporte.

Concertado con las principales aseguradoras.

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Recordatorio: esta información tiene como fin proporcionar pautas generales y no dar una opinión médica definitiva. Es importante que consulte a su médico sobre su enfermedad específica y el tratamiento más adecuado.