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¿Qué son los trastornos alimentarios?

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades médicas graves, trastornos mentales muy debilitantes y potencialmente mortales. Normalmente se caracterizan por una preocupación obsesiva por el peso corporal y la alimentación. Estos trastornos pueden llevar a comportamientos restrictivos, atracones de comida y/o purgas, y pueden tener graves consecuencias para la salud física y mental.

Desafortunadamente, a menudo tenemos una percepción errónea sobre estos, ya que estos presentan muchos falsos mitos a su alrededor, y que constantemente los confundimos con otras cuestiones, simplemente una elección personal o una preocupación superficial por la apariencia física. Un ejemplo claro, por desconocimientos, intentamos aplicar las técnicas de adelgazamiento convencionales a una persona con este tipo de trastornos. Lo normal cuando vemos que alguien quiere adelgazar es decirle “come menos y muévete más”. Esto, restricciones y compensaciones, son las mayores contra-recomendaciones en una recuperación de TCA.

A menudo, quienes padecen se sienten solos e incomprendidos, sin embargo, son uno de los trastornos mentales más frecuentes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los TCA son una de las principales causas de discapacidad en mujeres jóvenes. Se estima que la anorexia nerviosa afecta a entre el 0,3% y el 1% de la población femenina, mientras que la bulimia nerviosa afecta a entre el 1% y el 3% de las mujeres jóvenes. El trastorno por atracón es el TCA más común, con una prevalencia estimada del 2-5% en la población general.

En cuanto a la prevalencia en hombres, se estima que la anorexia nerviosa afecta al 0,1% de los hombres, mientras que la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón son más comunes, afectando alrededor del 0,5% de los hombres. Todo esto teniendo en cuenta que los TCA son a menudo subdiagnosticados y subreportados, por lo que la verdadera prevalencia puede ser aún mayor de lo que se estima.

A lo largo del tiempo, las tasas de TCA parecen haber aumentado en muchas partes del mundo, especialmente en los países occidentales. Se cree que esto se debe en parte a la creciente presión social y cultural para tener un cuerpo delgado, la cultura del fitness y las redes sociales. De la mano de esto, la conciencia pública y la comprensión de los TCA también han aumentado en las últimas décadas, lo que ha llevado a una mayor detección y tratamiento de estos trastornos.

Desde Viamed Salud somos muy conscientes de esto y por ello queremos aportar nuestro granito de arena. Explicar cuales son los trastornos más comunes, de donde pueden surgir y ayudar a dar conciencia de que no son como a menudo los concebimos.

¿Qué tipos de trastornos alimenticios son más frecuentes?

Existen varios tipos de trastornos de la conducta alimentaria (TCA), cada uno con características distintivas. Los tres TCA más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón:

  1. Anorexia nerviosa: La anorexia nerviosa se caracteriza por una restricción alimentaria severa y un miedo intenso a ganar peso. Las personas con anorexia nerviosa suelen tener una imagen corporal distorsionada y pueden verse a sí mismas como más gordas de lo que son en realidad. También pueden tener comportamientos obsesivos en torno a la comida, como contar calorías o evitar ciertos alimentos. Los síntomas físicos de la anorexia nerviosa pueden incluir una pérdida de peso significativa, un retraso en el crecimiento en los adolescentes y mujeres, problemas de fertilidad y daño al corazón y otros órganos.
  2. Bulimia nerviosa: La bulimia nerviosa implica episodios recurrentes de atracones de comida seguidos de comportamientos compensatorios. El primer ejemplo de estas compensaciones es siempre el vómito, pero ajunos extremos, el exceso de ejercicio o el uso de laxantes para purgar el cuerpo, son opciones incluso más habituales. Las personas con bulimia nerviosa a menudo se sienten avergonzadas por su comportamiento alimentario y pueden tratar de ocultarlo de los demás. La bulimia nerviosa también puede llevar a la pérdida de peso y daño a los órganos internos, así como a problemas dentales debido al vómito frecuente.
  3. Trastorno por atracón: El trastorno por atracón se caracteriza por episodios recurrentes de atracones de comida, en los que la persona come grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo, pero no presenta comportamientos compensatorios (aunque en muchos casos si podemos hablar de dietas extremas o grandes cantidades de deporte). Las personas con trastorno por atracón pueden sentir una falta de control sobre su alimentación y pueden comer incluso cuando no tienen hambre, a menudo estando ligados con emociones negativas, como la ansiedad y la depresión. Este trastorno puede llevar a la obesidad y a otros problemas de salud asociados con el sobrepeso, como la diabetes y enfermedades cardíacas.

A pesar de sus diferencias, todos los TCA comparten algunas características comunes, como una preocupación obsesiva por la comida y el peso, una imagen corporal distorsionada y un impacto negativo en la salud física y mental. También pueden ser difíciles de detectar y tratar, ya que, como planteábamos antes, sus síntomas son a menudo despreciados tanto por quienes lo padecen como por quienes les rodean.

¿Cuáles son las causas de los TCA?

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades complejas y multifactoriales que pueden ser causados por una inmensa variedad de factores biológicos, psíquicos y ambientales. Estos trastornos no discriminan por edad, y por ende no hay una edad de inicio especifica, aunque generalmente se inician durante la adolescencia o la juventud temprana. Algunos de los más estudiados:

  1. Presión social y cultural: La presión social y cultural para tener un cuerpo delgado y atractivo puede contribuir al desarrollo de los TCA. Los medios de comunicación, la publicidad y las redes sociales a menudo promueven imágenes idealizadas de cuerpos delgados y atractivos, lo que puede aumentar la presión en las personas para ajustarse a estos estándares.
  2. Problemas de autoimagen y autoestima: Están estrechamente relacionados con estas cuestiones. Las personas que tienen una imagen corporal negativa o una baja autoestima pueden tener más probabilidades de desarrollar un TCA. La percepción errónea de su cuerpo puede llevar a comportamientos alimentarios anormales para tratar de alcanzar un cuerpo idealizado.
  3. Factores biológicos y genéticos: Se ha demostrado que la predisposición genética puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de los TCA. La evidencia sugiere que los TCA pueden estar asociados con ciertas anomalías neurobiológicas, como alteraciones en los niveles de serotonina y dopamina, que son neurotransmisores importantes involucrados en la regulación del estado de ánimo y el comportamiento alimentario.
  4. Trauma o estrés emocional: Las personas que han experimentado trauma o estrés emocional pueden tener un mayor riesgo de desarrollar un TCA. Los estudios han demostrado que los TCA pueden estar relacionados con la depresión, la ansiedad y otros problemas emocionales.

¿Cómo reconocer un TCA?

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) pueden tener síntomas y complicaciones tanto físicas como mentales. A continuación, se presentan algunos de los síntomas y complicaciones más comunes asociados con los TCA:

  1. Síntomas físicos: Los síntomas físicos comunes de los TCA incluyen pérdida de peso drástica, bajo peso corporal, desnutrición, irregularidades menstruales, problemas gastrointestinales, cansancio extremo, mareo, debilidad muscular, pérdida de cabello, problemas dentales y deshidratación.
  2. Síntomas mentales: Los síntomas mentales de los TCA pueden incluir una obsesión con la comida, la imagen corporal, el peso y el ejercicio. Las personas con TCA pueden experimentar ansiedad, depresión, aislamiento social, irritabilidad, negación de los problemas alimentarios, comportamientos compulsivos, perfeccionismo y una baja autoestima.
  3. Complicaciones físicas a largo plazo: Si los TCA no son tratados, pueden causar complicaciones físicas a largo plazo. Algunas de estas complicaciones pueden incluir la osteoporosis, la infertilidad, el deterioro de la función cardíaca, la disminución de la función renal, el daño en el esófago y el aumento del riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades autoinmunitarias.
  4. Complicaciones mentales a largo plazo: Los TCA también pueden causar complicaciones mentales a largo plazo, como la depresión, la ansiedad crónica, los trastornos de la alimentación y el trastorno obsesivo-compulsivo.

Es importante tener en cuenta que los síntomas y complicaciones de los TCA pueden variar de persona a persona y que cada caso es único. Si sospechas que alguien puede estar luchando contra un TCA, es importante buscar ayuda médica de inmediato para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones a largo plazo.

Diagnóstico

El diagnóstico de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) implica una evaluación exhaustiva de los síntomas y signos físicos y mentales que presenta el paciente. Es complejo, y en muchos casos requiere de un enfoque multidisciplinario que involucre profesionales de la salud mental, nutricionistas y médicos.

Un profesional de la salud mental o un médico puede realizar una serie de preguntas sobre los patrones alimentarios, la actividad física, los pensamientos y sentimientos relacionados con la comida y la imagen corporal. También pueden llevar a cabo un examen físico y pruebas de laboratorio para evaluar la salud general y las complicaciones físicas asociadas con los TCA.

  1. Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es una forma de terapia que se enfoca en ayudar a los pacientes a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a los TCA. La TCC también puede ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades para manejar los desencadenantes emocionales y reducir la ansiedad y la depresión.
  2. Terapia familiar: La terapia familiar puede ser útil para los pacientes más jóvenes o para aquellos que tienen una historia familiar de TCA. La terapia familiar puede ayudar a mejorar la comunicación y las relaciones entre los miembros de la familia y puede ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades de afrontamiento y apoyo.
  3. Terapia ocupacional: La terapia ocupacional puede ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades prácticas para manejar los desafíos diarios asociados con los TCA. Esto puede incluir habilidades para cocinar y comer de manera saludable, habilidades para la resolución de problemas y habilidades para manejar los desencadenantes emocionales.
  4. Medicamentos: Los medicamentos pueden ser útiles para tratar los síntomas asociados con los TCA, como la ansiedad y la depresión. Sin embargo, los medicamentos no son una solución única para los TCA y deben ser utilizados en combinación con otras formas de tratamiento.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento para los TCA debe ser personalizado y adaptado a las necesidades individuales del paciente. También es importante buscar tratamiento lo antes posible para mejorar las posibilidades de recuperación y prevenir complicaciones a largo plazo.

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