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Este sábado da comienzo la primavera. Estación de la floración y en consecuencia de la alergia. Millones de partículas de polen son expulsadas en esta época. El polen es uno de los principales alérgenos que produce rinitis alérgica. Patología qué según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, “afecta a entre un 10 y un 25% de la población mundial”.

Pero no solo aumentan las crisis alérgicas, según un estudio realizado el pasado año y publicado recientemente por la National Academy of Sciences of the USA el incremento de la cantidad de polen en el ambiente, aumenta los casos de COVID-19 en un 4%.

En la primavera de 2020, muchos de los afectados por la rinitis alérgica generada por el polen, paso la mayor parte del tiempo de estos meses en casa, debido al confinamiento domiciliar declarado en relación con la pandemia. Por lo tanto, toda esta gente no experimento los síntomas de la alergia en la misma medida que otros años.

Este año, nos encontramos con una primavera sin confinamiento y en plena campaña de vacunación. Por ello, es realmente importante, tener en cuenta cuáles son las principales diferencias entre el persistente coronavirus y la rinitis.