Categorías: Vida saludable

El dolor afecta cada aspecto de tu vida. Te puede hacer cambiar la toma de decisión en función de la actividad que estés ejerciendo o vayas a realizar, los pensamientos que tienes e incluso tu sueño. Esto se debe a que, además del malestar físico, el dolor puede afectar tu salud mental y emocional; esto aumenta el estrés y la frustración, reduce tu motivación y tus niveles de actividad, y contribuye a la fatiga.

Diez millones de españoles afirmaron que el dolor les supuso una limitación importante para su vida diaria. La naturaleza del dolor es, según los expertos, una percepción sensorial, localizada y subjetiva con intensidad variable que puede resultar molesta y desagradable en una parte del cuerpo.

El dolor es un tema de salud pública por la magnitud de las cifras. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, tras su Encuesta de Salud Pública 2017, publicada en julio de 2018, hay cerca de 17,5 millones de españoles con dolor. De todos ellos, un 20% refiere ese dolor como severo o extremo y un 32% como moderado.

Cómo controlar el dolor

La pregunta que mucha gente se hace o se ha hecho alguna vez es la de si se puede o no controlar el dolor. Es decir, si realmente, podemos tener un control real del dolor. En este tipo de casos la cabeza es muy importante, debido a que, si la persona ha estado expuesta al dolor por un período de tiempo largo, el cerebro puede haberse modificado para percibir las señales de molestia incluso cuando ya no están.

Por tanto, una forma de lidiar con condiciones crónicas, o casi cualquier otro tipo de dolencia física, es modificar la percepción mental del dolor. Esto permite aumentar el umbral de tolerancia y, por ende, disminuir la necesidad de recurrir a medicamentos que pueden generar efectos secundarios e incluso adicción.

 

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