Categorías: Neurología

En el día de ayer, como cada año a partir de 2015, se celebró el Día Internacional de la Epilepsia. Esta fecha nace con el objetivo de incrementar la concienciación y aumentar los fondos necesarios para las organizaciones de epilepsia. Se estima, que esta enfermedad afecta mundialmente a una población entre los 50 y 65 millones de personas, de las cuales, 400.000 viven en España.

La epilepsia es la enfermedad neurológica más común, se trata de un trastorno crónico del cerebro que propicia una respuesta convulsiva en el individuo, sin importar edad o sexo del paciente. En España se detectan en torno a 22.000 casos al año siendo muchos de estos pacientes niños y adolescentes menores de 15 años.

Sintomatología e identificación

Hay síntomas claros que diagnostican que una persona está pasando por un ataque epiléptico, como son las convulsiones. Sin embargo, se calcula que un 25% de las crisis epilépticas de nuestro país pasan inadvertidas.

Día de la epilepsia

En muchas ocasiones, los signos de epilepsia se presentan de forma muy variada y difícil de reconocer por el paciente y por médicos no neurólogos: episodios ansiosos breves y estereotipados, episodios de vómitos, sacudidas en miembros con conciencia conservada, episodios de risa o llanto inmotivado, deja vu, etc.

Un diagnóstico tardío, puede hacer que, durante años, esa persona, no reciba un tratamiento adecuado, con consecuencias negativas sobre la memoria, atención y cognición en general

Diagnóstico y tratamiento

El electroencefalograma convencional, es la técnica más habitual a la hora de diagnosticar epilepsia, mediante su desarrollo, se busca la presencia de anomalías epileptiformes, que pueden confirmar la presencia de la enfermedad.

En lo referente al tratamiento, los fármacos que actualmente se utilizan en el 70% de los casos, a la larga generan dependencia y nunca frenan del todo el problema. De ahí la necesidad de seguir investigando para conseguir tratamientos menos invasivos. De hecho, no todos los epilépticos logran responder al tratamiento basado en fármacos, es más, un 30% jamás lo hace. Este 30% debe recurrir a otros tratamientos o incluso a la cirugía.

Posible relación con COVID-19

Los datos disponibles sugieren que tener epilepsia no aumenta el riesgo de sufrir complicaciones si se produce un contagio de Covid-19. Las personas que padecen esta enfermedad, no se deben considerar «inmunocomprometidas» y su sistema inmunológico no es inmunodeficiente.

Las crisis epilépticas, no son un síntoma del COVID-19. Quizás en la etapa final de una infección grave de este virus, puede ocurrir daño a otros órganos del cuerpo, incluido daño cerebral. En estas circunstancias, podrían llegar a producirse ataques epilépticos debido al COVID-19 en personas sin historial previo de epilepsia, pero esto ocurre de forma muy poco usual.

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