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Anemia, ¿Por qué ocurre y cómo podemos tratarla?

La anemia se trata de un trastorno muy común, pero su impacto en la salud a menudo se subestima. Se produce cuando sufrimos una disminución en la cantidad de glóbulos rojos o hemoglobina en la sangre.

Los glóbulos rojos contienen una proteína llamada hemoglobina, que se encarga de transportar oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. El cuerpo no recibe suficiente oxígeno cuando hay deficiencia de glóbulos rojos o hemoglobina, lo que puede provocar una variedad de síntomas y complicaciones.

Saber qué tipo de anemia tiene y considerar las posibles causas es crucial porque la anemia puede ser un síntoma primario de una enfermedad hematológica o un síntoma secundario de muchas otras enfermedades. Algunos tipos de anemia pueden ser graves, duraderos e incluso poner en peligro la vida si no se diagnostican y tratan a tiempo. Por ello, el  especialista en hematología, Dr. Luís Feliu desde el hospital Viamed Los Manzanos nos detalla en profundidad esta afección médica, desde sus causas hasta sus consecuencias y opciones de tratamiento

¿Qué es la anemia?

La anemia se define como una afección en la cual la cantidad de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina (proteína encargada de transportar el oxígeno) en la sangre es insuficiente para transportar el O2 de manera adecuada a las células del cuerpo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera anemia cuando los niveles de hemoglobina son:

  • Hb <13 g/dL en varones.
  • Hb <12 g/dL en mujeres.
  • Hb <11 g/dL durante el embarazo.

¿Cuáles son las causas de la anemia?

La anemia puede tener diversas causas. Estas causas a menudo sirven para establecer una tipología dentro de la enfermedad.

Anemias de Causa Central: Aquellas en las que hay una baja producción de glóbulos rojos o hemoglobina

  • Anemias Carenciales, derivadas del déficit de ciertos valores esenciales, como el hierro, ácido fólico o vitamina B12.
  • Anemia de enfermedad crónica, los largos periodos de enfermedad pueden derivar en anemias, sobre todo cuando hablamos de patologías renales.
  • Enfermedades Hematológicas, existen enfermedades que afectan directamente a la producción de glóbulos rojos en la médula ósea.

Causa Periférica: Aquellas en la que la baja cantidad de hematíes no deriva de una baja producción, si no de que estos se pierden o se destruyen cuando ya están en circulación.

  • Sangrados: Si tienes un sangrado, ya sea por un corte que no para de sangrar o problemas en tu estómago, puedes perder muchos glóbulos rojos, y eso causa anemia.
  • Anemias hemolíticas: En algunas personas, el cuerpo puede destruir sus propios glóbulos rojos por error, y eso también puede causar anemia.

Grupos de Riesgo

Hay que destacar que, de las que hemos comentado anteriormente, el tipo más prevalente de anemia es la anemia ferropénica, dándose más frecuentemente en las mujeres jóvenes, los ancianos, los pacientes con enfermedades crónicas y los vegetarianos estrictos son especialmente susceptibles a desarrollar anemia debido a diferentes razones.

Por otro lado, también hay cierta influencia geopolítica, ya que vemos muchos más casos en países en vías de desarrollo, debido a los problemas alimentarios derivados de la pobreza y la mala alimentación que, tristemente, es más frecuente en estas zonas.

Síntomas y Consecuencias

La anemia presenta un conjunto de síntomas y signos que forman lo que se conoce como síndrome anémico. Los más comunes incluyen:

  • Cansancio y debilidad muscular.
  • Palidez de piel y mucosas.
  • Disnea (falta de aliento).
  • Taquicardia y palpitaciones.
  • Trastornos del sueño.
  • Cefaleas

Si la anemia no se trata y progresa, puede dar lugar a complicaciones graves, como insuficiencia cardiaca o respiratoria, edemas e incluso poner en riesgo la vida del paciente.

Diagnóstico de la Anemia

  • El proceso de diagnóstico de la anemia implica una serie de pasos, que incluyen:
  • Historia clínica y exploración física.
  • Hemograma completo con morfología de sangre periférica y reticulocitos.
  • Estudio completo del patrón férrico, que incluye la medición de ferritina, sideremia, transferrina (Tf), capacidad total de fijación de hierro (CTFH) y el índice de saturación transferrina (IST).

Si se detecta una anemia macrocítica (aumento del VCM), se realizarán pruebas adicionales para determinar los niveles de ácido fólico, vitamina B12 y hormonas tiroideas.

Tratamiento de la Anemia

El tratamiento de la anemia depende de su causa.

Para las anemias carenciales, se suministran los nutrientes deficientes, como hierro, ácido fólico o vitamina B12, y se investiga la causa subyacente si no es de origen alimentario.

En casos de anemia de enfermedad crónica secundaria a insuficiencia renal, se considera el uso de eritropoyetina subcutánea.

Para otras formas de anemia, se aborda la causa subyacente como parte del tratamiento.

Prevención de la Anemia

No existen medidas específicas de prevención de la anemia. Sin embargo, es esencial realizar análisis de sangre tempranos cuando se presentan síntomas y realizar evaluaciones adicionales una vez se localice la causa. Además, dado que la primera causa de anemia en el mundo es la alimentación inadecuada, es fundamental apoyar programas de ayuda en países subdesarrollados y promover una alimentación adecuada.

Para las mujeres jóvenes, especialmente aquellas con menstruación abundante, se recomienda una evaluación ginecológica adecuada.

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