Según la OMS el dolor lumbar es la causa principal de vivir con discapacidad durante años en todo el mundo. Desde el sedentarismo al propio ejercicio físico mal realizado, hábitos como sentarse en una mala postura, dormir mal, levantar grandes pesos o problemas psicológicos pueden generar dolor de espalda y en consecuencia una peor calidad de vida.

En la espalda encontramos la columna vertebral, que es la encargada de dar estabilidad al cuerpo, moverlo, proteger la médula espinal y facilitar la flexibilidad, por lo que un problema asociado con este eje funcional del cuerpo siempre es preocupante.

¿Por qué me duele la espalda?

Se estima que en torno al 60-80% de la población tiene dolores de espalda, por lo que no es de extrañar que existan numerosas causas que expliquen estas alteraciones. A continuación, se enumeran algunas de ellas:

  • Sedentarismo: unos músculos de la espalda muy débiles no podrán soportar la carga.
  • Sobresfuerzo: un esfuerzo elevado provoca tensión, espasmos y lesiones. Especialmente cuando se intenta levantar algo muy pesado y se hace incorrectamente.
  • Traumatismos y lesiones.
  • Tos repetida en el tiempo.
  • Inversión de la curvatura de la columna.
  • Infecciones.
  • Tumores.
  • Posturas: en general aquellas que generen tensión muscular, como conducir por largos periodos de tiempo, dormir en un colchón malo, sentarse con los pies cruzados y al borde de las sillas, tensionar el cuello hacia delante…
  • Trastornos del sueño.
  • Trastornos psicológicos: las personas que sufren de depresión, ansiedad o estrés tienen un mayor riesgo de tener este tipo de problemas.
  • Tabaco: las personas que fuman son más propensos a tener problemas lumbares, normalmente por la tos repetida en el tiempo.
  • Mala forma física: tanto el sobrepeso como una falta de nutrientes o vitaminas puede conllevar una carga alta a