La enfermedad del Alzheimer, también conocida como EA, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva e irreversible caracterizada por el deterioro cognitivo y los trastornos conductuales.
Cuando una persona padece Alzheimer, experimenta cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y una pérdida progresiva, pero constante, de una sustancia química vital para el funcionamiento cerebral, llamada acetilcolina. Esta sustancia permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas y está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, memoria y pensamiento.
Según la Confederación Española de Alzheimer, esta enfermedad afecta a más de 1,2 millones de personas en España, por ello, es importante conocer los síntomas de esta enfermedad para detectarla lo antes posible y los tratamientos que existen para tratar la enfermedad.
Síntomas del Alzheimer:
-Las alteraciones conductuales.
-La desorientación.
-Pérdida de objetos.
-La alteración del lenguaje.
-Pérdida de capacidad para el autocuidado.
Estos son algunos de los principales síntomas del Alzheimer. Detectarlos a tiempo permite que el paciente acceda desde fases iniciales, tanto a ensayos clínicos, como a tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.
Una vez diagnosticados los síntomas, hay que saber que tratamientos existen para combatir la enfermedad.
Tratamientos para el Alzheimer:
-Los anticolinesterásicos y la memantina: Estos son dos de los fármacos más utilizados para intentar combatir la enfermedad, desde la fase leve hasta la fase moderada-severa.
-Los antidepresivos y antipsicóticos: Estos fármacos también son utilizados para determinados síntomas en fase leve.
-Suplementos nutricionales: Los suplementos nutricionales se han empezado a utilizar recientemente, frenando la progresión de la enfermedad en fases iniciales.
-Estimulación cognitiva: Estimulaciones como la a musicoterapia o la terapia con los animales han demostrado ser muy útiles para desacelerar la enfermedad.
En definitiva, el Alzheimer es una enfermedad muy complicada, pero si se detecta a tiempo se puede frenar la progresión de la enfermedad. Es imprescindible acudir a un médico especialista en el momento que tenga algún síntoma.