Peritonitis

¿Qué es la peritonitis?

La peritonitis es la infección propia del peritoneo, la fina capa celular que actúa como membrana de la cavidad abdominal. Está formada a su vez por dos capas, la visceral y la parietal, siendo sus funciones las de aislar la cavidad, mejorar el movimiento en su interior y proteger de bacterias y microorganismos.

Cuando aparece la peritonitis, esta membrana sufre un ataque de origen bacteriano o micótico, ataque frente al que hay que actuar para que cese la peritonitis.

¿Qué causa la peritonitis?

La peritonitis no cuenta siempre con un origen definido, son múltiples las causas que pueden dar lugar a la infección del peritoneo.

Es frecuente en pacientes que presentan patología del hígado o el páncreas, que padecen de ascitis y tienen un exceso de cantidad de líquido en la cavidad abdominal, a la que se expone el peritoneo. Otra causa frecuente es la necesidad de diálisis peritoneal, en paciente con problemas de riñón. Estas patologías provocan de forma más prevalente la peritonitis, casos en los que estaríamos frente a una peritonitis primaria.

En la peritonitis secundaria, la infección del peritoneo suele aparecer por la perforación o afectación de órganos tales como el intestino, el hígado, el páncreas… cuya patología terminará por afectar al peritoneo. También puede ocurrir por una proliferación bacteriana tras una cirugía o rotura de la pared bacteriana por una herida.

¿Cuándo se debe operar de peritonitis?

El primer paso para acabar con la peritonitis suele ser la administración de un tratamiento antibiótico que acabe con la infección. Si esto no fuese suficiente o si se debe a una peritonitis secundaria a la alteración de otro órgano, puede ser necesario recurrir a la cirugía.

Habrá que actuar frente el origen primario de la infección para poder resolver la peritonitis secundaria. Además de resolver el origen, se retirará quirúrgicamente la zona de peritoneo afecta.

¿Cuáles son los síntomas principales de la peritonitis?

La peritonitis da lugar a una serie de síntomas que nos pueden alertar de su presencia. Lo más común es la aparición de un dolor abdominal continuado, bien repentino o de aparición gradual que irá mermando el estado del paciente. Este dolor se acompaña de una sensación de hinchazón en el abdomen, no relacionada por haber ingerido demasiado líquido o comida.

Además de este dolor e hinchazón, aparecerán más síntomas como:

Problemas de tránsito intestinal tales como el estreñimiento o la diarrea.
Cansancio y astenia generalizada.
Sed excesiva durante todo el día.
Pérdida de apetito, con reducción de peso y anorexia.
Sensación de náusea y vómitos tras las comidas.
Aparición de fiebre que, combinado con el resto de síntomas, debe alertar de una peritonitis más aguda.

En paciente sometidos a diálisis peritoneal, será más fácil observar los signos y síntomas de la peritonitis. El líquido de la diálisis aparecerá difuso y turbio, alertando de que algo no va bien en su interior.

Ante estos síntomas, es recomendable acudir al médico para que haga el diagnóstico pertinente y se pueda actuar frente a la peritonitis cuanto antes, ya que se trata de una patología que puede llegar a ser realmente grave.