¿Qué es la arritmia infantil?
La arritmia es un trastorno del ritmo cardíaco. Este problema puede aparecer durante cualquier periodo de nuestra vida o darse durante la vida fetal, la infancia o la adolescencia. En estos últimos casos, hablamos de arritmia infantil.
A medida que el niño crece, la frecuencia cardíaca disminuye. De hecho, un bebé puede alcanzar las 160-180 pulsaciones por minuto y un niño hasta los 10 años unas 140 pulsaciones.
Los tipos de arritmia infantil son:
- Arritmia sinusal respiratoria: la más común en preadolescentes y adolescentes. Se da cuando el corazón sufre aceleración y deceleración gradual de la frecuencia cardiaca. No es grave ni requiere de tratamiento.
- Extrasístoles: latidos adelantados que se originan en un lugar diferente al habitual. El síntoma más aparente es una pausa del latido, seguido de un latido más fuerte en el pecho o en la zona de la garganta.
- Taquicardia supraventricular: cuando se tiene un ritmo cardíaco excesivo. Es poco habitual y no es grave.
¿Qué puede causar una arritmia infantil?
La causa más habitual de este trastorno puede ser padecer una enfermedad del músculo cardíaco, cardiomiopatías o defectos congénitos del corazón.
Sin embargo, existen otros factores externos, que pueden provocar una arritmia en un niño: infecciones, fiebres, medicamentos y desequilibrios químicos.
¿Cuáles son los síntomas de la arritmia infantil?
En el caso de los bebés y los niños, los síntomas más notables son palidez en la piel, irritabilidad, desinterés por la comida. Además, pueden aparecer otros síntomas como son:
- Debilidad.
- Cansancio.
- Desmayos.
- Dolor de pecho.
- Latido del corazón más lento de los habitual o más rápido.
- Sudoración excesiva.
- Falta de aliento.
¿Cuáles son los tratamientos de la arritmia infantil?
Normalmente, las arritmias infantiles no precisan de tratamiento y permiten llevar a los niños una vida normal. Sin embargo, a veces se pueden presentar arritmias graves. Cuando una arritmia se extiende durante mucho tiempo o sus síntomas son muy notables, aconsejamos acudir al cardiólogo. Este le realizará una prueba para registrar el latido del corazón y determinará si necesita o no tratamiento.
Recordatorio: esta información tiene como fin proporcionar pautas generales y no dar una opinión médica definitiva. Es importante que consulte a su médico sobre su enfermedad específica y el tratamiento más adecuado.