Categorías: Podología

Los pies de los más pequeños se van desarrollando a medida que los niños van creciendo y es bueno que tengamos conocimientos sobre que es la podologia infantil. Y, es que, hay etapas en la evolución donde se tienen que revisar para conseguir prevenir o detectar y corregir algunos defectos que en el futuro pueden ser mayores.

Los problemas de la podología infantil

Como en cualquier etapa de nuestra vida, hay problemas de la podologia infantil más frecuentes que en la edad adulta.

Pies planos

Se denomina así a la escasez o, incluso, a la falta de arco en la planta del pie. Es algo muy frecuente en los niños comprendidos entre los 3 y los 5 años de edad, ya que es cuando los tejidos son más blandos.

La forma más habitual de los pies se va cogiendo entre los 6 y los 10 años, habiendo dos tipos de pies planos que no siempre necesitan de un tratamiento específico:

  • El pie plano flexible. Es el más común de los dos.
  • El pie plano rígido.

 

Pies cavos

Para que más o menos lo tengamos claro, es justo lo apuesto a un pie plano.

Son los pies que tienen una curvatura superior a lo que debería ser normal y se suele manifestar con un dolor en la propia zona del arco, que estará muy tensa, y en el talón.

Pies varos o pies valgos

Son dos tipos de desviaciones que se producen en el pie y que provocan la desviación del talón y, por lo tanto, de la pisada, hacia fuera en el caso de los pies valgos, o hacia dentro, en el caso de los pies varos.

Los niños que padecen este problema caminan apoyando el borde externo o el borde interno del pie afectado.

Rodilla con genu valgo o genu varo

Cuando las piernas tienen una desviación hacia dentro que hace que tenga una forma de X, es cuando hablamos de las rodillas valgas.

En el caso de que las piernas se parezcan más a dos paréntesis, es decir, con las rodillas hacia fuera, se trata de rodillas varas.

Músculo acortado

La zona que más frecuentemente está afectada por este problema es la zona del gemelo. Sucede cuando el músculo va más atrasado en su desarrollo que el propio hueso.

Lo más habitual es que produzca alteraciones en el pie y en la marcha. Por ejemplo, es frecuente ver a niños con este problema caminar de puntillas.

Hiperhidrosis

Es la forma de llamar al problema de la sudoración excesiva.

Existen varios tratamientos para conseguir evitar las molestias que conlleva, como la aplicación de polvos en los pies o algunas fórmulas magistrales.

 

El tratamiento de la podología infantil

Al igual que existen problemas en los pies de los niños que son más habituales que otros, ocurre lo mismo en el tratamiento de la podologia infantil.

Si bien es cierto que, a estas edades, lo normal es que se basen en tratamientos preventivos para evitar que las patologías vayan a peor y sean un problema más grave en la edad adulta.

Básicamente, la función de la podología infantil es detectar y corregir problemas como marchas erráticas o posturas inadecuadas. También busca establecer una serie de hábitos, cuidados o pautas que ayuden a mantener una correcta biomecánica:

  • Observar el marchar de los niños. Fijarse en si se tropieza o se cae con demasiada facilidad.
  • Asegurarse que el calzado tiene la talla más adecuada para el niño. Hay que evitar comprar calzado demasiado grande, que se suele hacer por ahorrar, ni que se ajuste demasiado al pie.
  • Revisar si la sudoración de los pies es excesiva.
  • Después de la ducha o de la piscina, es bueno coger el hábito de secar bien los pies para eliminar la posibilidad de la aparición de hongos.
  • Hacer revisiones periódicas de los pies para comprobar si hay infecciones.

 

Los síntomas de la podología infantil

Lo normal es que el niño, al igual que los adultos, vaya al podólogo una vez al año para realizar revisiones porque es el mejor momento para atajar determinados problemas.

Además, hay determinadas señas que se pueden tratar como sintomas de podologia infantil, los cuales indican que es la hora de acudir al médico.

  • Posición de los pies al caminar. El ángulo más correcto para que un niño camine es de 15 grados de apertura. Si observamos que al caminar nuestro hijo mete las puntas de los pies hacia dentro podremos decir que tiene un ángulo disminuido. Si por el contrario, la punta va hacia fuera, tendrá un ángulo aumentado.
  • Mayor torpeza al caminar. Compararemos con los otros niños de su misma edad.
  • Dolor en el talón, en el pie o en la pierna.
  • Deformidades en los dedos de los pies, bien sean dedos desviados o dedos montados.

Ahora ya conocemos qué es la podología infantil y de qué se ocupa. Lo más importante es que busquemos un profesional que le haga las revisiones periódicas a los más pequeños para detectar posibles problemas.

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