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¿Qué es la cirugía del pie?

La cirugía del pie es aquella que se realiza en esta zona por parte de profesionales especialistas en Podología. Son muchas las complicaciones que se presentan en esta zona, por lo que de manera bastante habitual hay que recurrir a técnicas quirúrgicas para solucionar sus afecciones.

La cirugía del pie se basa en el diagnóstico, el tratamiento y la investigación de cualquier tipo de lesión de esta zona, ya sea de tipo muscular, óseo o nervioso.

Además, la cirugía del pie suele ser complementada por otro tipo de profesionales, como son fisioterapeutas, podólogos, personal de enfermería, etc.

Médico realizando un diagnóstico, para el tratamiento y la investigación de cualquier tipo de lesión del pie

¿Cuándo es necesaria la Cirugía del pie?

Aunque el pie engloba una pequeña parte de nuestro cuerpo, lo cierto es que hay bastantes afecciones que pueden implicar la necesidad de una cirugía para su correcta resolución. ¿Cuáles son las causas que pueden acabar derivando en la necesidad de la realización de una cirugía en la zona del pie? A continuación, comentaremos algunas de ellas en función de su frecuencia de aparición en la población:

– Hallux valgus o juanete: esta patología comporta una deformación de los pies, en concreto de la zona del dedo gordo. Se produce una rotación hacia los otros dedos, que puede acabar incluso por producir que se monten los unos sobre los otros. Además de la propia deformación que se observa en el pie del paciente, también se produce dolor por la propia presión sobre la zona. Suele ser necesario utilizar calzado específico o algún tipo de almohadilla que aligere la presión de la zona hasta que se pueda realizar la cirugía reparadora.

– Dedos en garra: esta deformación de los dedos de los pies también es bastante frecuente. La causa es un estiramiento excesivo de la articulación metatarso-falángica. Se produce una deformidad de todos o casi todos los dedos del pie, excepto del dedo gordo. La garra puede ser flexible cuando al manipular el dedo podemos llegar a conseguir su flexión, o rígida si la flexión no es posible. Suele tener origen congénito, es decir, derivarse de una propia deformidad en la constitución de la zona, aunque también puede aparecer con el paso del tiempo.

– Dedos en martillo y dedos en maza: otra deformación bastante frecuente que es producida por un desequilibrio entre los tendones, los músculos y los ligamentos que forman parte de los dedos de los pies. A diferencia del caso anterior, suele producirse por causas externas: traumatismos en la zona, zapatos que no se adaptan bien a la morfología del pie e incluso algunas enfermedades. La manifestación clínica se basa en una curvatura anómala en las articulaciones de los dedos del pie. En el caso del dedo en maza, la afectación se produce en la articulación más distal, es decir, aquella que se encuentra más próxima a la uña del pie. En cambio, en el dedo en martillo se ve afectada la articulación más proximal, que es la que se encuentra más pegada a la propia planta.

– Otras patologías: existen más afecciones de la zona del pie, pero las que hemos comentado son las más frecuentes. Entre el resto de patologías de la zona podemos encontrarnos con lesiones ligamentosas, musculares y óseas. No son infrecuentes las fracturas de los pequeños huesecillos del pie, que en algunos casos también requieren una intervención quirúrgica para poder completar su curación.

El tratamiento de la cirugía del pie

Hay que tener en cuenta que cada patología requerirá un abordaje específico, decidido por un equipo multidisciplinar de expertos en esta zona del cuerpo (traumatólogos, podólogos, fisioterapeutas, etc.).

De todas formas, de manera general existen unas características comunes en las técnicas quirúrgicas del pie que comentamos a continuación:

– Existen dos tipos de abordaje quirúrgico de esta zona: por artroscopia o cirugía abierta. La artroscopia se basa en el uso de lentes que permiten hacer una mínima inserción en la zona, minimizando así el riesgo de infección posterior. En cambio, la cirugía abierta es la técnica clásica que se realiza abriendo la zona, realizando las correcciones oportunas y volviendo a cerrar.

– En las cirugías del pie, la incisión que se realiza suele ser mínima, ya que estamos hablando de una zona muy pequeña, por lo que de manera habitual suele ser suficiente la aplicación de anestesia local. Por ende, el tiempo de recuperación posquirúrgico es muy breve, pudiendo el paciente, en la mayoría de los casos, marcharse a casa en las siguientes horas.

– En las cirugías del pie se intenta corregir la patología en cuestión, centrándose en recuperar la funcionalidad biomecánica de la zona para que el paciente pueda terminar llevando una vida completamente normal.

– Las complicaciones suelen ser muy reducidas ya que son incisiones muy pequeñas o cirugías percutáneas que minimizan los riesgos posteriores.

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