Categorías: Urología

La disfunción eréctil o impotencia es la incapacidad para conseguir y mantener una erección suficiente para llevar a cabo una relación sexual satisfactoria. Se puede hablar de disfunción eréctil cuando la incapacidad no es un hecho puntual, sino que se repite en un periodo de unos 6 meses.

Esta patología afecta a 1 de cada 5 hombres en España. Además, no se trata sólo de un problema de salud sexual, sino que puede ser un síntoma de otras enfermedades, por ejemplo, cardiovascular o metabólica.

La disfunción eréctil se puede clasificar en leve, moderada o grave según la afectación que padece el paciente.

¿Qué puede causar la disfunción eréctil?

Las causas pueden ser múltiples y puede darse una aislada o varias a la vez. Cualquier alteración de los mecanismos que intervienen en la erección puede ser la causa (deseo sexual, estímulo, problemas neurológicos, problemas vasculares,…)

A continuación, hacemos un repaso de las causas más habituales:

  • Hipertensión y enfermedad cardiovascular: estas enfermedades producen el mal funcionamiento y obstrucción de los vasos sanguíneos, y por lo tanto, de las arterias del pene. La sangre no llega en cantidad suficiente en el pene y por eso no se produce una erección normal. Las arterias del pene son más estrechas que las arterias coronarias, por lo que se obstruyen con mayor facilidad. Por eso, la aparición de disfunción eréctil puede producirse 2 o 3 años antes de un infarto de miocardio.
  • Diabetes: afecta a la erección tras producirse una lesión arterial (como en el caso anterior), por lesión neurológica (mal funcionamiento de los nervios periféricos), o alteración hormonal (disminución de testosterona, que conlleva una disminución de la líbido). Asimismo, la disfunción eréctil puede ser un síntoma de la aparición de diabetes.
  • Colesterol alto: la hipercolesterolemia afecta igual que las enfermedades coronarias y no permiten que llegue suficiente sangre al pene, por lo que no se produce la erección.
  • Obesidad: este problema está relacionado con todos los anteriores, ya que provoca problemas arteriales que desembocan en disfunción eréctil. Asimismo, la obesidad afecta a los niveles de testosterona.
  • Síndrome metabólico: la combinación de más de tres de los factores anteriores se conoce como el síndrome metabólico. Y de la misma forma, puede provocar disfunción eréctil.
  • Consumo de fármacos: algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que afecten a la posibilidad de mantener una erección (antihipertensivos, psicotrópicos, antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos, analgésicos opiáceos, hormonas esteroideas y antineoplásicos.

¿Qué tratamientos existen para la disfunción eréctil?

La disfunción eréctil tiene cura y existen terapias y tratamientos de todo tipo para vencerla. Los principales tratamientos que existen son:

  • Fármacos orales: es siempre la primera opción. El más utilizado es el citrato de sildenafilo (Viagra), que se considera actualmente como uno de los tratamientos más efectivos para la disfunción eréctil. Sin embargo, requiere que el paciente sienta deseo sexual y estimulación previo. Se desaconseja en pacientes que sufran angina inestable, insuficiencia cardíaca o infarto reciente.
  • Otros fármacos son el talalafilo (eficaz a partir de los 30 minutos y con una erección máxima de dos horas), vardenafilo (la ingesta de alimentos interfiere en su eficacia), apomorfina (mejora los estímulos cerebrales de la excitación).
  • Terapia intracavernosa: se inyecta alprostadil directamente en los cuerpos cavernosos del pene. Este tratamiento puede provocar priapismo (erección permanente y dolorosa del pene) y fibrosis. Está contraindicado en pacientes con anemia falciforme, trastorno psiquiátrico severo, o una enfermedad sistémica grave.
  • Dispositivos de vacío: no se suelen recomendar a pacientes jóvenes. Consiste en la aplicación de un tubo lubricado en el pene al que se le aplica el vacío para generar una erección. Se complementa con un anillo de goma en la base del pene para mantener la erección.
  • Cirugía revascularizadora.
  • Implante de prótesis de pene: las prótesis pueden ser semirrígidas o inflables.
  • Terapia sexual: cuando la causa de la disfunción es psicológica se puede acudir a un psicólogo y utilizar terapia sexual.

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