La rinitis es un trastorno que afecta a la mucosa nasal. Los que la sufren tienen continuamente secreciones nasales, congestión, picor, lagrimeo y estornudos reiterados. A veces incluso se puede notar una pérdida en el sentido del olfato.

Se puede diferenciar entre dos tipos de rinitis:

  • Aguda, cuando tiene corta duración.
  • Crónica, cuando se mantiene en un largo periodo de tiempo.

Asimismo, podemos distinguir entre rinitis alérgica y no alérgica, sabiendo que la rinitis es el síntoma de alergia más frecuente.

Suele aparecer antes de los 20 años y tienen más riesgo las personas que viven en ciudades, que las que viven en ambientes rurales.

¿Qué síntomas presenta la rinitis?

Es complicado distinguir entre rinitis alérgica y no alérgica, ya que los síntomas son similares. El síntoma más común es la congestión nasal, y la secreción constante de mucosa líquida. A veces, estas personas sufren picor y enrojecimiento de ojos, estornudos y tos. La voz también se puede ver alterada, por la interferencia de la mucosidad.

La dificultad respiratoria y la formación de costras en la mucosa nasal completan el catálogo de síntomas que puede presentar cualquier persona con rinitis.

¿Cómo puedo saber si tengo rinitis?

Ante la sospecha de padecer rinitis, cuando se cree que la causa es infecciosa, no se realiza pruebas, ya que suele desaparecer por sí misma. Las pruebas se realizan en los casos de rinitis alérgica. Lo primero que se hace es un análisis de sangre para determinar los niveles de inmunoglobulina E (IgE) total y específica de determinados alérgenos.

Aunque no es habitual, el otorrino puede realizar una rinoscopia para visualizar directamente la mucosa nasal o estructuras más profundas.

Tratamiento de la rinitis

El tratamiento dependerá de si se trata de una rinitis alérgica o no. En el caso de que la causa sea una infección respiratoria, se deben identificar los microorganismos y cuando la rinitis se alarga en el tiempo, se puede realizar una biopsia de la mucosa nasal, para determinar la causa y poder tratarla.

Cuando es alérgica, el tratamiento pasa por evitar el contacto con el alérgeno. Cuando no es posible evitarlo, el paciente puede tomar antihistamínicos y corticoides para paliar los síntomas.

Asimismo, los fármacos descongestivos (oximetazolina, fenilefrina, etcétera) ayudan a aliviar puntualmente los síntomas, aunque no se pueden utilizar por un tiempo prolongado.

Por último, se recomienda lavar las fosas nasales con una solución salina de agua de mar hipertónica. Y no olvidarse de aumentar la humedad ambiental, usando humidificadores, para prevenir la sequedad de las fosas nasales.

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