La insuficiencia ventilatoria nasal también se conoce como obstrucción nasal o nariz tapada. Se caracteriza por la dificultad para poder respirar por la nariz, influyendo en la calidad de vida de los pacientes que la sufren.

Es muy frecuente tanto en niños como en adultos.

¿Cuáles pueden ser las causas de la obstrucción nasal?

En los niños, normalmente está causada por un agrandamiento de las adenoides o vegetaciones, muchas veces asociado a hipertrofia de las amígdalas. En los adultos, los motivos que pueden llevar a padecer una insuficiencia ventilatoria nasal pueden ser:

  • Resfriado común o gripe.
  • Procesos alérgicos.
  • Traumatismos nasales.
  • Problemas derivados de otras cirugías nasales.
  • Tabique nasal desviado.
  • Hipertrofia de cornetes.
  • Tener pólipos nasales.
  • Padecer sinusitis.
  • Rinitis.
  • Tener cuerpos extraños en las vías respiratorias nasales.
  • La toma de ciertos medicamentos.
  • Empleo excesivo de ciertos aerosoles o gotas nasales, que tienen un efecto rebote.
  • Tumores nasales, benignos o malignos.

¿Cuáles son los síntomas más característicos?

El principal síntoma de la obstrucción nasal es la dificultad para respirar. Las personas que lo sufren respiran por la boca, realizan inspiraciones nasales profundas y bruscas, tienen sequedad en la garganta, ventilación ruidosa durante el día y ronquidos por la noche

Asimismo, se suele presentar tos irritativa cuando el paciente lleva largos periodos de tiempo respirando por la boca, secreción nasal, pérdida del olfato, mal aliento, dolor de cabeza y dolor facial, alteraciones del sueño, cansancio físico (debido a la falta de descanso), irritabilidad,…

En los casos más graves, la obstrucción nasal puede afectar a la audición o al desarrollo del habla.

Tratamiento para la insuficiencia ventilatoria nasal

El tratamiento de la obstrucción nasal dependerá de cuál es la causa que lo provoca. No obstante, los tratamientos más habituales incluyen:

  • Farmacología. Medicamentos que permiten la permeabilidad de la nariz.
  • Ciurgía. Extirpación de los tejidos que impiden la respiración (adenoidectomía, polipectomía,…) o corrección de las estructuras internas nasales. La cirugía se realiza siempre que el paciente refiera que los problemas respiratorios afecten a su calidad de vida.

No obstante, para aliviar los síntomas de la obstrucción se aconsejan los siguientes hábitos:

  • Utilizar aerosoles nasales con soluciones salinas.
  • Usar humidificadores en la casa.
  • Beber muchos líquidos.
  • Mantener la cabeza erguida.

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