Categorías: Medicina Interna

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, que produce tristeza, melancolía, infelicidad,… aunque la mayoría de nosotros vivimos cortos periodos de tiempo en que nos sentimos así, se considera que padecemos depresión cuando los síntomas son continuados y se extienden en el tiempo. Además, pueden llegar a causar otros síntomas somáticos, como:

  • Pérdida o aumento del apetito.
  • Pérdida o aumento de peso.
  • Alteraciones del sueño. Insomnio o somnolencia.

Por lo tanto, antes de hablar de depresión, debemos descartar los episodios de tristeza pasajeros, producidos por alguna causa en concreto. En el caso de la depresión real, el trastorno del estado de ánimo crea unos sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración que interfieren en la vida diaria durante algunas semanas o más.

Se trata de un problema muy habitual y muy grave que afecta a 300 millones de habitantes en todo el mundo y que se ha convertido en la primera causa de discapacidad mundial.

¿Qué tipos de depresión existen?

Los tipos principales de depresión abarcan:

  • Depresión mayor. Sucede cundo los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren en la vida y las actividades diarias por semanas o periodos más largos de tiempo.
  • Trastorno depresivo persistente. Se produce cuando el estado de ánimo depresivo se alarga durante 2 años. Durante este tiempo existen periodos de depresión grave y otros en que los síntomas son menos graves.
  • Depresión postparto. Algunas mujeres se deprimen un poco tras tener un bebé.
  • Trastorno disfórico premenstrual (TDP). Se incluye dentro del síndrome premenstrual y desaparecen una vez finaliza la menstruación.
  • Trastorno afectivo estacional (TAE). Ocurre con mayor frecuencia en otoño e invierno y desaparece durante la primavera y el verano, muy probablemente debido a la falta de luz solar.
  • Depresión mayor con características psicóticas. En este caso, el paciente sufre una depresión, además de una falta de contacto con la realidad.

¿Qué síntomas tiene la depresión?

Al contrario de lo que se puede creer, la depresión se puede producir en personas de todas las edades y sus síntomas son:

Los síntomas de depresión abarcan:

  • Bajo estado de ánimo, irritabilidad.
  • Insomnio o somnolencia.
  • Cambios en el apetito, acompañado de aumento o pérdida de peso.
  • Cansancio y falta de energía.
  • Sentimientos de inutilidad, culpa.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Movimientos lentos o demasiado rápidos.
  • Inactividad o dificultad para realizar las actividades usuales.
  • Sentimientos de desesperanza y abandono.
  • Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
  • Las actividades que te hacen felices, ya no te producen placer.
  • Pérdida de apetito sexual.
  • Ganas de llorar continuamente sin una causa aparente.

No obstante, los niños pueden presentar síntomas distintos a los adultos. Por ejemplo, pueden presentar cambios en el rendimiento escolar, el sueño y el comportamiento.

En el caso de tener alguna sospecha sobre que su hijo/a pueda sufrir depresión, aconsejamos acudir al médico inmediatamente, para que pueda valorarlo.

¿Cuáles pueden ser las causas de la depresión?

Algunas de las causas más comunes pueden ser:

  • Un hecho estresante o infeliz en la vida (pérdida de trabajo, divorcio, fallecimiento de un ser querido,…).
  • Factores genéticos.
  • Alcoholismo o drogadicción.
  • Sufrir una enfermedad grave o dolor crónico durante mucho tiempo.
  • Aislamiento social.

En ocasiones, algunos fármacos pueden causar depresión. Por ello, debemos consultar a nuestro médico en el caso de sufrir al menos tres de los síntomas para que descarte que pueda ser un efecto secundario.

Tratamiento de la depresión

El tratamiento de la depresión moderada o grave consiste normalmente en la ingesta de algún tipo de medicación, así como acudir a terapia con un psicólogo. Los pacientes que sufren depresión leve suelen mejorar con la terapia psicológica únicamente.

Los fármacos que se suelen recetar son antidepresivos tricíclicos o heterocíclicos o inhibidores de la serotonina (la hormona de la felicidad), entre otros.

Asimismo, se recomienda realizar ejercicio físico, ya que mejora el bienestar físico y emocional.

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