Várices: causas, síntomas y soluciones médicas en Viamed

Más allá de la estética

Las várices son un problema extraordinariamente común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Sin embargo, aunque no suele ser lo primero que se nos viene a la cabeza al verlas, lejos de ser una cuestión meramente estética, pueden llegar a afectar a la calidad de vida de quienes las padecen.

Cristina Feijóo, Angióloga y Cirujana Vascular en el Hospital Viamed Montecanal y coautora del libro “Todo lo que debes saber sobre tus venas” elaborado por el Capítulo Español de Flebología y Linfología, nos ofrece información completa y confiable sobre este problema de salud.

¿Qué son las várices?

Las varices son, ni más ni menos, que simples venas hinchadas, dilatadas y retorcidas que generalmente se desarrollan en las piernas, aunque pueden aparecer en otras partes del cuerpo.

Ocurre que la función de las venas es llevar la sangre de distintas partes del cuerpo, hasta el corazón, a menudo luchando contra la gravedad. Con el paso del tiempo, se produce un debilitamiento de las de las paredes y válvulas venosas. Poco a poco esas venas van dilatándose, lo que les da ese aspecto que apreciamos desde el exterior. Sin embargo, no es un problema meramente estético, pueden conllevar síntomas incómodos e incluso graves a quienes las sufren.

¿Por qué surgen las várices?

Las várices pueden surgir debido a una combinación de factores, como predisposición genética, envejecimiento, género femenino, embarazo, obesidad y estilo de vida sedentario. Estos factores pueden afectar la circulación sanguínea y al debilitamiento de las venas que hemos mencionado, lo que lleva a la formación de estas. Es esencial comprender los factores de riesgo y tomar medidas preventivas para reducir las posibilidades de desarrollar várices.

¿Hay prevención para las varices?

Es importante dejar claro que estas no pueden ser prevenidas completamente. La aparición de várices, como indicábamos anteriormente, se trata de una patología muy frecuente en la que influyen gran variedad de factores, entre ellos hormonales y genéticos. A pesar de esto, existen medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo y prevenir su empeoramiento.

Entre estas podemos hablar de mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, evitar estar mucho tiempo de pie o sentado, elevar las piernas, usar medias de compresión y mantener una buena higiene vascular. Adoptar un estilo de vida saludable y seguir estas pautas puede contribuir a mantener la salud de tus venas y de tu cuerpo en general.

¿Es una patología meramente estética?

Aunque las várices se asocian a menudo con preocupaciones estéticas en sus estadios más tempranos, no se deben subestimar sus implicaciones en términos de salud en aquellos casos en los que esta situación se agrava. Se trata de una enfermedad que puede tener consecuencias graves para nuestra salud.

Además de la apariencia física, las várices pueden causar síntomas como hinchazón en las piernas, dolor, pesadez, calambres musculares y picazón.

En casos más graves, si las várices no se tratan adecuadamente o empeoran, los síntomas pueden volverse más pronunciados y causar molestias significativas. Además de los síntomas mencionados anteriormente, las várices graves pueden ocasionar hinchazón, cambios en el tono de la piel, úlceras venosas, sangrado y trombosis venosa profunda (coágulos sanguíneos). Ante cualquier síntoma preocupante, es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Más allá de toda cuestión estética, se recomienda acudir a un especialista en venas, como un flebólogo o cirujano vascular, en el momento en que se experimente cualquier síntoma molesto o se observe un empeoramiento de las várices. Estos profesionales médicos están capacitados para definir la gravedad del problema, cualquier posible consecuencia que pueda presentarse en el largo plazo o el impacto que están pudieran llegar a tener.

“No es poco frecuente el que pacientes que consideraban que no tenían ningún problema lleguen a la clínica y descubran que tienen un problema grave, de la misma forma que gente que viene con fuertes dolores de piernas y resulte que no tiene ningún problema vascular.” Comenta la Dra. Cristina.

¿Son operables las várices?

El mundo de las varices y su tratamiento ha sufrido una evolución notable en los últimos años. Aunque antiguamente se trataban de operaciones muy agresivas y que implicaban largos postoperatorios, se han convertido en procesos que no presentan casi heridas quirúrgicas en los que el paciente puede dejar el hospital por su propio pie el mismo día que se le aplica la cirugía, gracias a algunos de estos nuevos procesos, como la escleroterapia (inyección de una solución para cerrar las venas), ablación con láser o radiofrecuencia de estas varices. La elección del tratamiento depende de la gravedad de las várices y las necesidades individuales del paciente, pudiendo incluso quedarse meros cambios en el estilo de vida o el uso de medias de compresión.