El bruxismo o “rechinar de dientes” (como se conoce comúnmente) se produce cuando se aprietan los dientes superiores con los inferiores fuertemente, y se mueven de atrás a adelante y viceversa. Generalmente, este movimiento se realiza de forma inconsciente y puede producirse tanto de día como de noche, aunque es más habitual sufrirlo al dormir.

¿Qué causa el bruxismo?

Las causas del bruxismo se desconocen, aunque se considera como uno de los factores determinantes, el estrés. No obstante, existen otros factores que pueden contribuir a su aparición:

  • Alineación inadecuada de los dientes.
  • La alimentación.
  • La postura.
  • Los hábitos de sueño.

 

Tratamientos para el bruxismo

Tradicionalmente se han utilizado unos protectores dentales o férulas dentales para evitar el bruxismo durante el sueño. De esta forma se pretende prevenir el desgaste que se produce en los dientes y los problemas de la articulación temporomandibular.

Sin embargo, estas férulas no resuelven el problema, ya que en cuanto se deja de usar, el dolor vuelve a aparecer. Por eso, se recomienda realizar otros tratamientos para relajar la musculatura de la zona maxilofacil:

  • Ejercicios de relajación.
  • Aplicación de hielo o paños calientes en la zona donde se produce el dolor.
  • Evitar comer alimentos duros y dulces.
  • Beber mucha agua.
  • Acudir al fisioterapeuta o rehabilitación para masajear las zonas donde se produce el dolor.
  • Dormir las horas suficientes y en un lugar cómodo.

En los casos en los que estos tratamientos no disminuyen las molestias, se puede valorar la opción de colocar una ortodoncia para ajustar o alinear adecuadamente los dientes. En última instancia y como último recurso, se utiliza la cirugía.

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