La miringotomía, también conocida como timpanostomía o timpanotomía se trata de una intervención quirúrgica en la que se realiza una incisión de tamaño reducido en la membrana timpánica. De esta forma se tiene entrada a la caja timpánica pudiéndose así drenar el líquido, la sangre el pus o el agua que se encuentra dentro de ella. Aparte de drenar líquido y fluidos como mocos o pus resultado de una infección, al hacer este procedimiento también se aumenta la ventilación del oído medio y disminuye la presión dentro de la cavidad timpánica.

Esta operación del oído medio se realiza en la mayoría de los casos mediante las trompas de Eustaquio o tubas faringotimpánicas. Los pacientes que se someten a este procedimiento quirúrgico suelen tener algún problema de obstrucción en las trompas de Eustaquio que impide que funcionen correctamente.

La miringotomía va asociada normalmente a la implantación de tubos de drenaje transtimpánicos (TDT) también conocidos como tubos de ventilación, que facilitan que la incisión hecha anteriormente en la membrana timpánica se mantenga abierta y se pueda realizar un drenaje continuo del oído medio y una buena ventilación de este. El simple hecho de hacer la incisión en el tímpano cura en el plazo de dos a tres semanas, sin embargo, es conveniente introducir el pequeño tubo para que permanezca más tiempo abierto y que cure mejor.

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Diagnóstico Miringotomía

Los pacientes que reciben un mayor número de este tipo de cirugía son los que se encuentran en edades pediátricas para tratar sobre todo otitis que no responden correctamente al tratamiento de antibióticos. Además, también se recomienda en niños con hipoacusia o problemas en el desarrollo del lenguaje y en niños con malformaciones craneoencefálicas que puedan suponer una alteración de la trompa de Eustaquio.

En el caso de los adultos esta operación se suele realizar en personas con alguna anomalía en las trompas de Eustaquio que trae consigo efectos como vértigo, pérdida de audición, acúfenos o retracción del tímpano. También se indica en casos de barotrauma debidos a los cambios de altura durante el vuelo o de actividades como el buceo, donde los cambios de presión son muy frecuentes.

Operación de Miringotomía

La miringotomía es un procedimiento de muy corta duración (unos 10 minutos) por lo que no requiere de hospitalización del paciente, pudiendo volver a casa el mismo día. Se suele aplicar anestesia general en los niños y anestesia local en los adultos.

Antes de comenzar es importante limpiar y desinfectar muy bien tanto el canal auditivo externo como la membrana timpánica. Para una mayor visualización de la zona y una mayor precisión se utiliza una visión microscópica. Tras realizarse la incisión de entre 3 a 5 milímetros de largo se aspira el líquido del interior del oído medio y se coloca el tubo de drenaje transtimpánico (TDT), el cual puede ser temporal (de 6 a 9 meses) o fijo. Una vez colocado el TDT se tapona con algodón el canal auditivo externo para evitar el sangrado.

Preparación para la cirugía de Miringotomía

Las pruebas antes de una intervención como la miringotomía son las siguientes:

Análisis de sangre
Pruebas de audición
Timpanograma
Examen de oído externo y tímpano con otoscopio
En cuanto a los días previos se recomienda no tomar anti inflamatorios la semana de antes a no ser que el médico diga lo contrario y no comer o beber al menos ocho horas antes de la operación.

Tiempo de recuperación tras la Miringotomía

El paciente intervenido no suele sufrir molestias ni dolor por lo que en la mayoría de casos no se recetan analgésicos. Lo que si puede ocurrir es que se produzca otorrea recetándose antibiótico para prevenirlo durante unos días. Algunas complicaciones más son el desplazamiento o taponamiento del tubo o el depósito de grasa o tejido muerto en este.

Lo más recomendable es no mojar los oídos ni al ducharse ni al nadar para prevenir las infecciones y por supuesto acudir a las citas periódicos con el otorrino.

Riesgos y posibles efectos secundarios tras la Miringotomía

Aunque son muy poco frecuentes es posible que se den algunas de ellas:

Debilitamiento de la membrana timpánica que provoque retracciones timpánicas. Se da especialmente en personas con disfunción en la trompa de Eustaquio.
Perforación del tímpano: se da entre un uno y un dos por ciento de los casos, donde se plantearía hacer una cirugía para cerrar la perforación timpánica (timpanoplastia).
Supuración a causa de una infección.
Bloqueo del tubo y como consecuencia reaparición de los síntomas.
Que el tubo quede atrapado en la caja timpánica para lo que habría que hacer otra intervención para su extracción.
Aparición de otitis media crónica colesteatomatosa.

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