Categorías: Medicina intensiva

El día 13 de Septiembre es el Día Mundial de la Sepsis. Esta enfermedad, también conocida como Septicemia, se desata con frecuencia. No obstante, suele ser desconocida.

El objetivo del día mundial es crear concienciación sobre esta enfermedad y disminuir a los afectados y afectadas, puesto que crear consciencia es un aspecto clave para combatirla. Juan Pedro Martín del Rincón, Médico especialista en Medicina Intensiva UCI Viamed Santa Ángela de la Cruz en Sevilla nos ayudará a saber más sobre la sepsis.

¿Qué es la sepsis?

Según el Dr. Martín, el término sepsis o Septicemia se refiere a una respuesta inflamatoria sistémica del organismo ante una infección grave.

En otras palabras, cualquier infección puede provocar una sepsis. Cuando esto sucede, las bacterias provocan un colapso absoluto del organismo, puesto que la sangre deja de fluir de manera correcta en los órganos internos por la falta de oxígeno.

Sus consecuencias son la muerte o daños irreversibles en el funcionamiento del organismo. Los afectados, son personas con mayor predisposición a sufrir una infección por lo que el rango de edad es desde recién nacidos hasta personas mayores.

Síntomas

La sepsis es una enfermedad tiempo-dependiente, es decir, la diseminación de la infección produce una respuesta inflamatoria mayor a medida que pasan las horas de infección. Por ende, es de vital importancia ser consciente de los síntomas que desata, la detección precoz y un tratamiento adecuado facilitan la resolución temprana y mejoran el pronóstico.

Los síntomas son múltiples e inespecíficos, por lo que es importante el grado de sospecha y la anamnesis adecuada:
• Hinchazón generalizada del cuerpo
• Frecuencia cardíaca más rápida, palpitaciones
• Diuresis escasa
• Fiebre y escalofríos
• Disminución del recuento de plaquetas
• Dificultad para respirar
• Confusión mental
• Hiperventilación

Síntomas en caso de un cuadro avanzado

• Manchas de decoloración en la piel
• Reducción en la producción de orina
• Cambios en la capacidad mental
• Trombocitopenia (disminución en el número de plaquetas)
• Problemas respiratorios
• Funcionamiento cardíaco anómalo
• Escalofríos debido a la baja temperatura del cuerpo
• Inconsciencia
• Debilidad extrema.

Tratamiento para la sepsis

Los dos pilares fundamentales del tratamiento de la sepsis son el control del foco séptico (respiratorio, urinario, biliar…) y el tratamiento antibiótico precoz. Otro aspecto importante son la resucitación con fluidoterapia balanceada, guiada mediante parámetros hemodinámicos y la restauración de la homeostasis y equilibrio ácido /base e iones.

Es decir, se combate con varios medicamentos. Se administran antibióticos intravenosos para luchar contra la infección. Por otro lado, se suministran medicamentos vasoactivos, los cuales tienen como objetivo incrementar la presión sanguínea que se ha visto afectada. Siempre en función de los síntomas presentados y el estado del cuadro, se puede proporcionar insulina para estabilizar el nivel de azúcar en sangre y corticosteroides para reducir la inflamación.

¿Qué complicaciones puede haber en un caso de sepsis?

Hay que tener consciencia de que un cuadro de sepsis no detectado y tratado a tiempo, puede atentar contra la vida del paciente. De hecho, tiene una tasa de mortalidad del 50% de los casos.
En un choque séptico de gravedad, las consecuencias físicas pueden ser la formación de pequeños coágulos de sangre por todo el cuerpo. Estos bloquean el flujo sanguíneo y el oxígeno, por lo que no llegan correctamente a los órganos vitales lo que incrementa el riesgo de sufrir una insuficiencia orgánica o una muerte tisular (también conocida como gangrena).

La recuperación depende en gran medida de la gravedad del caso y por supuesto, del estado de salud del paciente afectado. En los casos leves, las secuelas suelen ser mínimas o casi nulas. siempre en función del paciente y su patología previa; pero a mayor gravedad del cuadro se pueden producir secuelas a todos los niveles como la disfunción cardíaca, neurológica, renal, respiratoria, en función de la severidad del cuadro séptico y la afectación orgánica del mismo (en ocasiones puede producir fracaso multiorgánico, lo que empeora drásticamente el pronóstico).

Prevención de la sepsis

Para prevenir que se desarrolle un cuadro de sepsis, es mediante la detección precoz de signos y síntomas de infección, llamados “signo de alarma”. Además, se debe realizar un uso adecuado y precoz de antibióticos, como llevar a cabo pruebas complementarias correspondientes para tener un conocimiento pleno de la salud del paciente.

Por ende, es de suma importancia la consciencia de la enfermedad, de sus síntomas para ser precavidos y tener una rápida respuesta. Un buen equipo y unas buenas instalaciones son esenciales.

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