El último Comité de Prevención del Cáncer de la Unión Europea (UE) ha subrayado la importancia de reducir el consumo nocivo de alcohol como parte de sus esfuerzos para combatir el cáncer. En el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, se establece el objetivo de reducir el consumo nocivo de alcohol en al menos un 10% para 2025.
A su vez, el ha recomendado evitar el consumo de alcohol para reducir el riesgo de desarrollar cáncer. Y es que en el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer se destaca que no consumir alcohol es una de las formas más efectivas de prevenir varios tipos de cáncer.
El alcohol es un carcinógeno probado y el consumo de alcohol aumenta el riesgo de sufrir cáncer de mama, hígado, cabeza y cuello, esófago y colorrectal. En 2019, el 4,4% de los cánceres diagnosticados en todo el mundo y 401.000 muertes por cáncer se atribuyeron al consumo de alcohol, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, el consumo de alcohol puede interferir durante el tratamiento oncológico y aumentar los efectos secundarios.
¿Qué es la quimioterapia y cómo afecta al cuerpo?
La quimioterapia es un tratamiento farmacológico con sustancias químicas fuertes indicada para destruir las células de que se dividen rápidamente. La quimioterapia se utiliza con frecuencia para tratar el cáncer, ya que las células cancerosas crecen y se multiplican mucho más rápido que la mayoría de las células del cuerpo.
Sin embargo, esta terapia también puede afectar a las células sanas que se dividen rápidamente, como las del cabello, la piel y el revestimiento del tracto digestivo
Efectos secundarios comunes de la quimioterapia
La quimioterapia puede presentar varios efectos secundarios. Los más comunes son los siguientes:
- Náuseas y vómitos. Estos síntomas pueden ser bastantes incomodos, pero existen medicamentos que pueden ayudar a controlarlos.
- Fatiga. Es uno de los efectos secundarios más frecuentes y puede ser muy debilitante. Es importante descansar y conservar energía.
- Debilitamiento del sistema inmunológico. La quimioterapia puede reducir la cantidad de glóbulos blancos, aumentando el riesgo de infecciones.
- Daño en los tejidos de la boca y el tracto digestivo. Esta consecuencia puede causar llagas, dolor y dificultades para comer.
- Cambios en el apetito y en el sentido del gusto. Los pacientes pueden experimentar pérdida de apetito o cambios en cómo perciben los sabores.
¿Cómo interactúa el alcohol con la quimioterapia?
El consumo de alcohol durante la quimioterapia no es recomendable por varias razones.
Interacción con el hígado
El alcohol puede afectar la función hepática, lo que puede dificultar la eliminación de los medicamentos y aumentar su toxicidad ya que muchos de los fármacos quimioterápicos se metabolizan en el hígado. A su vez, esto puede aumentar los efectos secundarios como náuseas, vómitos y diarrea.
Debilitamiento del sistema inmunológico
El mecanismo de acción de la quimioterapia ya debilita el sistema inmunológico de por sí, mientras que el consumo de alcohol puede empeorar esta situación, aumentando el riesgo de infecciones.
Complicaciones adicionales
El aumento de los efectos secundarios puede desembocar en la deshidratación del paciente provocado por las náuseas o la diarrea. Asimismo, el alcohol puede interferir con la acción de los medicamentos de quimioterapia, reduciendo su eficacia.
Consecuencias del consumo de alcohol en el bienestar general del paciente
- Aumento de la ansiedad y la depresión: el alcohol puede inicialmente proporcionar una sensación de relajación, pero a largo plazo puede aumentar los niveles de ansiedad y depresión. Esto se debe a que el alcohol altera los niveles de neurotransmisores en el cerebro, lo que puede empeorar los síntomas emocionales ya presentes debido al diagnóstico y tratamiento del cáncer.
- Interferencia con el sueño: el alcohol puede afectar la calidad del sueño, lo que puede llevar a problemas de insomnio. Un sueño deficiente puede agravar la fatiga y el malestar emocional, dificultando aún más el manejo del tratamiento.
Recomendaciones de los especialistas
Se ha constatado que el consumo de alcohol se encuentra entre las causas de más de 200 enfermedades, traumatismos y otros trastornos de la salud. Por tanto, los especialistas insisten en que su consumo está asociado al riesgo de que aparezcan enfermedades no transmisibles, como enfermedades hepáticas, enfermedades cardiacas y distintos tipos de cáncer, así como trastornos de salud mental y del comportamiento, como la depresión, la ansiedad y los trastornos por consumo de bebidas alcohólicas.
Aunque el consumo de alcohol no es recomendable en ningún caso, es crucial abstenerse del mismo durante el tratamiento con quimioterapia para minimizar los riesgos y efectos secundarios, y para asegurar la eficacia del tratamiento. Seguir las indicaciones del equipo médico es fundamental para el éxito del tratamiento y el bienestar del paciente.
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