El cáncer de páncreas es uno de los tumores más agresivos y con peor pronóstico que existen. A pesar de su baja incidencia en comparación con otros tipos de cáncer, su alta mortalidad lo convierte en una prioridad en la investigación y el tratamiento oncológico.
¿Qué es el cáncer de páncreas?
El cáncer de páncreas es una enfermedad en la que las células del páncreas crecen de manera descontrolada. En España, el cáncer de páncreas ocupa el 8º puesto en frecuencia, con una incidencia anual de aproximadamente 8.993 casos en 2023. Este tipo de cáncer es uno de los más agresivos y, a pesar de su relativa baja incidencia, presenta una alta mortalidad.
Tipos de cáncer pancreático
Adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC)
Es el tumor de páncreas más común y representa aproximadamente el 95% de los cánceres pancreáticos exocrinos. Se desarrolla en las células que recubren los conductos del páncreas, que transportan las enzimas digestivas. Este tipo de cáncer suele detectarse en etapas avanzadas debido a la falta de síntomas tempranos.
Otros tipos menos comunes:
- Tumores Neuroendocrinos Pancreáticos (NET): se originan en las células endocrinas del páncreas, que producen hormonas como la insulina.
- Carcinomas de células acinares: se forman a partir de las células que producen enzimas pancreáticas3.
- Carcinomas adenoescamosos, de células escamosas, y otros: incluyen varios tipos raros de cáncer pancreático exocrino
Importancia de reconocer los síntomas
El cáncer de páncreas es conocido como un «asesino silencioso» porque generalmente no presenta síntomas evidentes en sus etapas iniciales. Esto significa que a menudo se diagnostica en etapas avanzadas, cuando las opciones de tratamiento son limitadas y las tasas de supervivencia son bajas.
Los síntomas inespecíficos, como dolor abdominal, pérdida de peso, ictericia y problemas digestivos, pueden ser fácilmente confundidos con otras enfermedades, lo que retrasa el diagnóstico. La detección temprana es crucial para aumentar las posibilidades de un tratamiento exitoso y mejorar las tasas de supervivencia.
Principales síntomas del cáncer de páncreas
- Ictericia: la ictericia se manifiesta como una coloración amarillenta de la piel y los ojos. Esto ocurre debido a la obstrucción de los conductos biliares por el tumor, lo que impide que la bilis fluya adecuadamente desde el hígado hacia el intestino, acumulándose en el cuerpo.
- Dolor abdominal o de espalda: el dolor relacionado con el cáncer pancreático suele localizarse en la parte superior del abdomen y puede irradiarse hacia la espalda. Este dolor puede ser constante o intermitente y a menudo empeora al acostarse o después de comer.
- Pérdida de peso inexplicable y falta de apetito: la pérdida de peso sin razón aparente y la falta de apetito son comunes debido a que el cáncer de páncreas afecta la capacidad del cuerpo para digerir y absorber nutrientes adecuadamente.
- Fatiga extrema: la debilidad y la fatiga persistente son síntomas frecuentes porque el cuerpo está utilizando mucha energía para combatir la enfermedad, y la mala absorción de nutrientes contribuye a la sensación de agotamiento.
- Náuseas y vómitos: estos síntomas digestivos pueden ocurrir debido a la obstrucción del sistema digestivo por el tumor, lo que dificulta el paso de los alimentos y provoca malestar estomacal.
Factores de riesgo asociados al cáncer de páncreas
Tabaquismo: el tabaquismo es uno de los factores de riesgo más importantes para el cáncer de páncreas. El riesgo de padecer cáncer de páncreas es aproximadamente el doble de alto en los fumadores que en las personas que nunca han fumado. Se cree que alrededor de 25% de los cánceres pancreáticos son a causa de fumar cigarrillos.
Diabetes: el cáncer de páncreas es más común en las personas que padecen diabetes. Según la American Cáncer Society, la razón de esto se desconoce. El riesgo principalmente se encuentra en las personas con diabetes tipo 2. Este tipo de diabetes está aumentando en niños y adolescentes a medida que también aumenta la obesidad en estos grupos de edad. La diabetes tipo 2 en adultos también suele estar relacionada con el sobrepeso o la obesidad. No se tiene certeza si hay un incremento del riesgo en las personas con el tipo 1 (en personas de menor edad) de la enfermedad.
Pancreatitis crónica: la pancreatitis crónica, una inflamación a largo plazo del páncreas, se asocia a un mayor riesgo de cáncer pancreático. La pancreatitis crónica a menudo afecta a personas que consumen mucho alcohol o tabaco.
Antecedentes familiares de cáncer de páncreas: aproximadamente el 10% de los casos de cáncer de páncreas están relacionados con mutaciones genéticas heredadas. Estas mutaciones pueden ser transmitidas de padres a hijos y pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas
Obesidad y dieta: presentar un índice de masa corporal (IMC) elevado está asociado con un mayor riesgo. Las personas obesas (índice de masa corporal [BMI] de 30 o más) tienen aproximadamente un 20% más de probabilidades de padecer cáncer pancreático.
Edad: el riesgo de padecer cáncer de páncreas aumenta conforme la persona envejece. Casi todos los pacientes son mayores de 45 años de edad. Alrededor de dos tercios de los pacientes tienen al menos 65 años de edad. La edad promedio al momento de realizarse el diagnóstico es de 70 años.
Pruebas diagnósticas para el cáncer de páncreas
- Ecografía y tomografía computarizada (TAC): estas pruebas de imagen se utilizan para detectar masas o anormalidades en el páncreas. La ecografía es menos invasiva y se usa como una primera aproximación, mientras que el TAC proporciona imágenes más detalladas.
- Resonancia magnética (RM) y colangiopancreatografía: la RM ofrece una visualización detallada de los tejidos blandos y los conductos pancreáticos. La colangiopancreatografía, que puede ser por resonancia magnética (CPRM) o endoscópica (CPRE), se utiliza para examinar los conductos biliares y pancreáticos.
- Análisis de sangre y marcadores tumorales: los análisis de sangre pueden medir el marcador CA 19-9, que a menudo está elevado en personas con cáncer de páncreas. Sin embargo, no es específico y puede estar elevado en otras condiciones.
- Biopsia pancreática: esta prueba implica la obtención de una muestra de tejido pancreático para un diagnóstico definitivo. Puede realizarse mediante una aguja fina guiada por imagen o durante una endoscopia.
- Ecoendoscopia: la ecoendoscopia, también conocida como ecografía endoscópica, es una técnica diagnóstica avanzada que combina la endoscopia y la ecografía para obtener imágenes detalladas del tracto digestivo y los órganos adyacentes, como el páncreas.
Opciones de tratamiento
El tratamiento del cáncer de páncreas depende del estadio del cáncer, su localización y la salud general del paciente.
Tratamientos quirúrgicos
- Pancreatectomía: es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa parte o la totalidad del páncreas. Esta cirugía se realiza en casos de tumores pancreáticos, pancreatitis crónica, quistes, o lesiones traumáticas, entre otras condiciones.
- Pancreatectomía mínimamente invasiva: la pancreatectomía puede realizarse en IVOQA por cirugía laparoscópica o robótica
- Ablación tumoral percutánea: la ablación percutánea es un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza tecnología de imagen para guiar la colocación precisa de una o varias agujas en el centro del tumor a tratar. Estas agujas, utilizando diferentes tecnologías, aplican energía para destruir de forma controlada un volumen de tejido, eliminando así el tumor.
- IRE (Electroporación Irreversible): la IRE es una técnica de ablación tumoral no térmica basada en la aplicación de pulsos eléctricos de alto voltaje entre pares de agujas insertadas alrededor de un tumor. La corriente generada favorece la creación de nanoporos en la membrana plasmática, desencadenando la apoptosis. Por ello, la IRE puede utilizarse de manera segura en localizaciones cercanas a estructuras vasculares delicadas, contraindicadas para el resto de técnicas termoablativas.
Tratamientos no quirúrgicos
- Quimioterapia: utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. Puede administrarse antes o después de la cirugía, o como tratamiento principal si la cirugía no es una opción.
- Radioterapia: usa rayos de alta energía para destruir las células cancerosas. A menudo se combina con la quimioterapia.
- Terapia dirigida: utiliza medicamentos que atacan específicamente las anomalías en las células cancerosas.
Prevención y chequeos regulares
Medidas preventivas:
- Reducción del consumo de tabaco: dejar de fumar es una de las medidas más efectivas para reducir el riesgo de cáncer de páncreas.
- Mantenimiento de un peso saludable: adoptar una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente ayuda a mantener un peso saludable, lo que puede disminuir el riesgo.
- Control de la diabetes: mantener la diabetes bajo control mediante una dieta adecuada, ejercicio y medicación puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.
- Alcohol: el consumo de alcohol está vinculado a un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de páncreas. Beber alcohol puede dañar el ADN de las células, lo que puede llevar a un crecimiento celular descontrolado y, eventualmente, al cáncer. Asimismo, el consumo excesivo puede causar pancreatitis crónica, una inflamación persistente del páncreas que es un factor de riesgo conocido para el cáncer de páncreas
Chequeos regulares:
- Evaluaciones periódicas: para personas con antecedentes familiares de cáncer de páncreas o con factores de riesgo elevados, se recomienda realizar chequeos regulares. Estos pueden incluir pruebas de imagen como ecografías endoscópicas, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM) para detectar cualquier anomalía en el páncreas.
- Pruebas genéticas: en casos de antecedentes familiares, las pruebas genéticas pueden ayudar a identificar mutaciones que aumenten el riesgo de cáncer de páncreas.
Estas medidas pueden ayudar a detectar el cáncer de páncreas en etapas más tempranas, cuando es más tratable.
Los tumores páncreas son particularmente agresivos y requieren un enfoque multidisciplinar para seleccionar la mejor opción terapéutica. Por ello, IVOQA cuenta con un equipo de cirujanos altamente capacitados en Oncología Quirúrgica y Cirugía Hepatobiliopancreática. Disponemos de oncólogos, especialistas en aparato digestivo y radiólogos intervencionistas que trabajan en colaboración con los cirujanos para ofrecerle el mejor tratamiento.