Tomar la decisión de buscar un embarazo es un momento emocionante, pero también puede generar muchas dudas:
- ¿Es el momento adecuado para ser madre?
- ¿Estoy preparada físicamente?
- ¿Necesito hacerme algún chequeo médico?
- ¿Debo tomar algún suplemento antes del embarazo?
Para responder a todas estas preguntas y optimizar la salud antes de la concepción, es recomendable realizar una visita preconcepcional con un ginecólogo. Esta consulta permitirá evaluar el estado de salud de la mujer, detectar posibles factores de riesgo y asegurar que el cuerpo esté en las mejores condiciones para concebir y llevar un embarazo saludable.
¿Qué es la visita preconcepcional y por qué es importante?
La consulta pregestacional o preconcepcional es una revisión médica que se realiza antes de intentar quedar embarazada. Su objetivo es:
- Detectar enfermedades o condiciones que puedan afectar la fertilidad o el embarazo.
- Asegurar una buena salud ginecológica y general.
- Iniciar suplementos esenciales como el ácido fólico.
- Ofrecer recomendaciones personalizadas sobre alimentación, hábitos de vida y fertilidad.
Si nunca te has realizado una revisión ginecológica, este es el momento ideal para hacerla.
¿Qué se evalúa en la consulta preconcepcional?
Historia clínica y antecedentes médicos
El ginecólogo realizará una historia clínica detallada, teniendo en cuenta:
- Enfermedades previas (diabetes, hipertensión, enfermedades autoinmunes, etc.).
- Antecedentes familiares de problemas reproductivos o genéticos.
- Condiciones ginecológicas como endometriosis, síndrome de ovario poliquístico (SOP) o miomas.
- Hábitos de vida (alimentación, tabaquismo, consumo de alcohol o drogas).
- Historial de vacunación, verificando la inmunización contra enfermedades como la rubeola, varicela y hepatitis B.
Evaluación ginecológica completa
Para garantizar que el aparato reproductor está en óptimas condiciones para concebir, se realiza una revisión ginecológica que incluye:
- Exploración física para evaluar el estado del cuello uterino y la vagina.
- Ecografía transvaginal, para observar el útero y los ovarios.
- Pruebas de imagen de mama, si es necesario según la edad y antecedentes.
- Citología cervical, en caso de no haberla realizado recientemente.
Análisis preconcepcional y suplementación
Se realiza una analítica preconcepcional para evaluar:
- Niveles de hemoglobina y hierro, para descartar anemia.
- Glucosa en sangre, para detectar diabetes o resistencia a la insulina.
- Perfil tiroideo, ya que problemas en la tiroides pueden afectar la fertilidad.
- Vitamina D, B12 y ácido fólico, esenciales para la salud reproductiva.
Además, se iniciará la suplementación con ácido fólico (400-800 mcg diarios) para prevenir defectos del tubo neural en el bebé. En algunos casos, también se indicará yodo, hierro o vitamina D, según las necesidades individuales.
Optimización de la fertilidad: Ventana fértil y ciclo menstrual
Un aspecto clave en la consulta preconcepcional es entender el ciclo menstrual y la ventana fértil.
¿Cuándo ocurre la ovulación?
- En mujeres con ciclos de 28 días, la ovulación suele ocurrir alrededor del día 14.
- En ciclos irregulares, la ovulación puede variar, por lo que es recomendable monitorizar los signos de fertilidad o utilizar test de ovulación.
¿Cómo calcular los días fértiles?
Los días de mayor probabilidad de embarazo son los 5 días previos a la ovulación y el día de la ovulación. Para identificarlos, se pueden usar:
- Temperatura basal: Un ligero aumento indica que la ovulación ha ocurrido.
- Cambios en el moco cervical: Un moco transparente y elástico indica que la ovulación está próxima.
- Test de ovulación: Detectan el aumento de la hormona LH, que precede a la ovulación.
Si existen dificultades para identificar la ovulación, un especialista puede ofrecer asesoramiento personalizado para optimizar la búsqueda del embarazo.
Hábitos saludables antes del embarazo
Preparar el cuerpo para la gestación no solo implica chequeos médicos, sino también adoptar un estilo de vida saludable.
Alimentación equilibrada
Seguir una dieta mediterránea, rica en:
- Frutas y verduras, fuentes de vitaminas y antioxidantes.
- Legumbres, carne y pescado, que aportan proteínas esenciales.
- Ácidos grasos saludables, presentes en aceite de oliva, aguacates y frutos secos.
Evitar ultraprocesados, azúcares refinados y grasas trans, ya que pueden afectar la fertilidad.
Mantener un peso saludable
Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden dificultar la ovulación y el embarazo. Se recomienda un IMC entre 18.5 y 24.9 para favorecer la concepción.
Dejar el tabaco, alcohol y drogas
El consumo de estas sustancias afecta la calidad de los óvulos y espermatozoides. Se recomienda eliminarlas al menos tres meses antes de intentar concebir.
Hacer ejercicio moderado
El ejercicio ayuda a regular las hormonas y mantener un peso saludable. Sin embargo, el ejercicio en exceso puede alterar la ovulación, por lo que es importante encontrar un equilibrio.
Reducir el estrés
El estrés crónico puede afectar la fertilidad. Técnicas como el yoga, la meditación o la acupuntura pueden ayudar a relajar el cuerpo y mejorar las probabilidades de embarazo.
La visita preconcepcional es el primer paso para asegurar un embarazo saludable. A través de una revisión médica completa, análisis preconcepcionales y asesoramiento sobre fertilidad, se pueden optimizar las condiciones para lograr la gestación.
Si estás pensando en quedarte embarazada, consulta con tu ginecólogo para recibir un plan de salud personalizado y resolver todas tus dudas. Preparar tu cuerpo antes de la concepción puede marcar la diferencia en la búsqueda del embarazo y en la salud del futuro bebé.