No tener la regla puede parecer algo puntual o sin importancia, pero a veces es la señal de que algo no va bien. La amenorrea no siempre indica enfermedad, pero sí merece atención médica. En este artículo te explicamos qué puede causar la ausencia de menstruación, cómo se diagnostica y cuándo deberías consultar con tu ginecólogo.
Gracias a la Dra. Concepción de Lucas Ortega, ginecóloga en VíaCare Centro Médico, por su colaboración en este artículo.
¿Qué es la amenorrea?
La amenorrea es la ausencia de menstruación. Distinguimos dos escenarios:
- Amenorrea primaria: cuando no aparece la primera regla a los 15–16 años en presencia de otras características sexuales secundarias o cuando la menstruación no se ha producido a los 14 años en ausencia de características sexuales secundarias.
- Amenorrea secundaria: cuando una mujer que ya menstruaba deja de tener la regla durante 3 meses (si era regular) o 6 meses (si era irregular).
No toda amenorrea implica enfermedad. Embarazo, lactancia y menopausia son causas fisiológicas y esperables. Fuera de esos casos, la falta de regla es un síntoma que indica que algo —a nivel hormonal, anatómico o funcional— puede estar alterando el ciclo y conviene estudiarlo.
Síntomas y manifestaciones asociadas
La ausencia de sangrado menstrual suele ser el motivo de consulta. Sin embargo, los síntomas que acompañan a la amenorrea orientan mucho hacia la causa y ayudan a decidir qué pruebas solicitar. El especialista analiza tu historia (patrón previo de ciclos, cambios de peso, ejercicio, estrés, medicamentos) y valora signos físicos. Además de no menstruar, pueden aparecer:
- Cambios cutáneos y capilares: acné, hirsutismo (aumento de vello), caída de cabello.
- Secreción láctea por el pezón (galactorrea).
- Sofocos, sequedad vaginal o disminución de la libido.
- Cefaleas y alteraciones visuales (si hay causa hipofisaria).
- Dolor pélvico (por sinequias o malformaciones).
- En adolescentes: retraso del desarrollo puberal.
Causas más frecuentes
La regla es el resultado de un eje hormonal coordinado entre cerebro (hipotálamo e hipófisis), ovarios y útero. Alteraciones en cualquiera de estos eslabones —o cambios energéticos que “apagan” el eje— pueden detener el ciclo.
Causas fisiológicas (normales)
Antes de cualquier estudio, el embarazo debe descartarse en mujeres en edad fértil. La lactancia también puede inhibir temporalmente la ovulación. En la menopausia (o insuficiencia ovárica primaria si ocurre antes de los 40), el ovario reduce su reserva y producción hormonal, y la menstruación cesa definitivamente.
Causas hormonales o funcionales
Aquí el problema está en el funcionamiento hormonal, no en una obstrucción mecánica.
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP): cursa con anovulación crónica e hiperandrogenismo. Suele acompañarse de ciclos irregulares, acné, aumento de vello y a veces resistencia a la insulina.
- Trastornos tiroideos: tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo alteran la ovulación y el patrón del ciclo.
- Hiperprolactinemia: la prolactina elevada inhibe la ovulación. Puede deberse a fármacos, estrés, lactancia o a un microadenoma hipofisario.
- Amenorrea hipotalámica funcional: el organismo “prioriza” las funciones básicas y frena la reproducción ante déficit calórico, pérdida de peso marcada, ejercicio de alta intensidad o estrés sostenido.
- Insuficiencia ovárica primaria: cese de función ovárica antes de los 40 años con hipoestrogenismo y elevación de FSH.
Causas anatómicas (obstructivas o por daño intrauterino)
Cuando el útero o el tracto genital tienen alteraciones estructurales, la regla puede no producirse o no exteriorizarse.
- Malformaciones del tracto reproductor (p. ej., himen imperforado, agenesia mülleriana) típicas de la amenorrea primaria.
- Sinequias uterinas (síndrome de Asherman) tras legrados, infecciones o cirugías intrauterinas; el endometrio cicatriza y la menstruación disminuye o desaparece.
- Estenosis cervical o secuelas posquirúrgicas que dificultan la salida del sangrado.
Causas genéticas
Algunas enfermedades, como el síndrome de Turner o la hiperplasia adrenal congénita cursan con amenorrea primaria.
Fármacos y otras causas
Algunos medicamentos alteran el ciclo (antipsicóticos, determinados antidepresivos, opioides, quimioterapia). Tras suspender anticonceptivos, el ciclo suele regularizarse en semanas o pocos meses; si pasan ≥3 meses sin regla, conviene consulta.
¿Cómo se diagnostica?
El objetivo es identificar la causa para tratarla. La evaluación comienza con historia clínica y exploración física completa y el apoyo de pruebas dirigidas. Siempre que sea posible, se descarta primero el embarazo. A partir de ahí, el ginecólogo puede indicar:
- Test de embarazo en toda mujer en edad fértil.
- Analítica hormonal: FSH, LH, estradiol, prolactina, TSH/T4; andrógenos u otras hormonas según el caso.
- Ecografía pélvica (transvaginal o abdominal).
- Resonancia magnética hipofisaria si se sospecha lesión en hipófisis.
- Pruebas específicas cuando procede: histeroscopia o sonohisterografía (sinequias), cariotipo (primaria), pruebas de función ovárica, etc.
La selección de pruebas no es estándar; se decide tras la valoración clínica de cada paciente.
Tratamiento: objetivos y opciones según la causa
El tratamiento de la amenorrea es etiológico (se dirige a la causa) y tiene dos metas generales: recuperar la salud hormonal (protegiendo hueso y aparato cardiovascular) y, si la paciente lo desea, preservar o restaurar la fertilidad. A continuación, un repaso práctico:
Amenorrea hipotalámica funcional (déficit energético/estrés)
Cuando el cuerpo percibe que “no hay recursos”, ahorra deteniendo la ovulación. El abordaje es multidisciplinar.
- Objetivos
- Restablecer el balance energético y el peso saludable.
- Reducir el estrés fisiológico (entrenamiento, cargas) y psicológico.
- Proteger salud ósea si persiste hipoestrogenismo.
- Medidas habituales
- Plan nutricional supervisado y ajuste del ejercicio.
- Apoyo psicológico cuando hay relación con TCA o estrés mantenido.
- En hipoestrogenismo prolongado, valorar terapia hormonal de reemplazo para la salud ósea si no hay contraindicaciones (decisión médica individual).
Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
El SOP se maneja combinando cambios de hábitos y tratamiento médico, según los objetivos (regular el ciclo, mejorar síntomas cutáneos, buscar embarazo).
- Ejes del tratamiento
- Estilo de vida: peso saludable y actividad física regular mejoran la ovulación.
- Regulación del ciclo: anticonceptivos combinados o gestágenos cíclicos y otros tratamientos de mejora de funcionalidad ovárica.
- Resistencia a la insulina: metformina en perfiles seleccionados y regulación dietética.
- Síntomas androgénicos: opciones dermatológicas y hormonales.
- Búsqueda de embarazo
- Inducción de ovulación (por ejemplo, con letrozol o citrato de clomifeno según criterio médico) y, si es necesario, técnicas de reproducción asistida.
Trastornos tiroideos
El tiroides “marca el ritmo” de muchos procesos metabólicos. Al normalizar la función tiroidea (tratar el hipotiroidismo o el hipertiroidismo), lo habitual es que la ovulación y la menstruación se regularicen.
Hiperprolactinemia
La prolactina elevada puede deberse a fármacos o a un microadenoma benigno.
- Medidas
- Revisar y ajustar medicación que eleve prolactina (si es posible).
- Agonistas dopaminérgicos cuando están indicados por el especialista.
- RM hipofisaria y seguimiento si procede.
Insuficiencia ovárica primaria
Se asocia a hipoestrogenismo y riesgo de pérdida de masa ósea.
- Líneas de actuación
- Terapia hormonal (si no hay contraindicaciones) para control de síntomas y protección ósea.
- Asesoramiento reproductivo (incluida donación de ovocitos cuando corresponde).
- Control de factores de riesgo cardiovascular y salud ósea (calcio, vitamina D, ejercicio).
Causas anatómicas (sinequias, estenosis, malformaciones)
Cuando la causa es estructural, el manejo suele ser quirúrgico por equipos especializados.
- Ejemplos
- Sinequias uterinas: adhesiolisis por histeroscopia y prevención de recidiva.
- Himen imperforado / estenosis cervical: corrección quirúrgica.
- Malformaciones complejas: abordaje individual y multidisciplinar.
Medicamentos y anticoncepción
Tras suspender anticonceptivos, la menstruación suele regresar en semanas o pocos meses. Si transcurren ≥3 meses sin regla, conviene reevaluar. En pacientes con fármacos que alteran el eje (antipsicóticos, determinados antidepresivos, opioides), el especialista valorará alternativas o estrategias de manejo.
¿Qué pasa si no se trata?
Las consecuencias dependen de la causa. Mantener niveles bajos de estrógenos durante tiempo prolongado puede tener impacto en:
- Hueso: osteopenia/osteoporosis y mayor riesgo de fracturas.
- Salud cardiovascular y metabólica.
- Bienestar urogenital (sequedad, dolor, infecciones de repetición).
- Fertilidad: dificultad para concebir si no se corrige el origen.
Por eso, la detección y el tratamiento precoces son tan importantes.
Fertilidad y embarazo
Amenorrea no significa necesariamente infertilidad. En muchos casos, al corregir la causa (tiroides, prolactina, SOP, déficit energético), la ovulación se recupera y el embarazo es posible. Cuando no ocurre espontáneamente, existen opciones de inducción de ovulación y reproducción asistida. El plan se define de forma individual en consulta de ginecología y, si procede, con la unidad de fertilidad.
¿Puedo hacer algo para ayudar a mi ciclo?
Las recomendaciones siempre deben personalizarse, pero de forma general:
- Mantén un balance energético adecuado (nutrición suficiente para tu nivel de actividad).
- Evita los cambios bruscos de peso y entrenamientos extremos sin supervisión.
- Consulta antes de iniciar o suspender medicación que pueda afectar al ciclo.
- Prioriza el descanso y la gestión del estrés.
Estos consejos no sustituyen la valoración médica; su utilidad depende del diagnóstico de base.
¿Cuándo acudir al ginecólogo?
Si bien algunas faltas tienen explicación fisiológica, hay situaciones en las que conviene consultar sin demora:
- 3 meses sin regla en ciclos regulares o 6 meses en irregulares.
- 15–16 años sin menarquia en presencia de otras características sexuales secundarias o cuando la menstruación no se ha producido a los 14 años en ausencia de características sexuales secundarias.
- Amenorrea con galactorrea, cefalea intensa, alteraciones visuales, sofocos o dolor pélvico.
- Tras procedimientos uterinos (legrado/cirugía) y desde entonces no menstruas.
- Cualquier duda sobre tu ciclo o planes de fertilidad.
La amenorrea no es un diagnóstico, sino una señal. Identificar su origen a tiempo protege tu salud, tu masa ósea y tu proyecto reproductivo.
En Viamed Salud contamos con especialistas en Ginecología y unidades de fertilidad para estudiar tu caso y ofrecerte el tratamiento más adecuado. Pide tu cita.
Preguntas frecuentes sobre la amenorrea
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