El cuidado del cordón umbilical es un procedimiento esencial en los primeros días de vida del bebé. Una correcta higiene y observación ayudarán a prevenir infecciones y asegurar una cicatrización adecuada.
¿Qué es la cura del cordón umbilical?
La cura del cordón umbilical es un procedimiento normal que se realiza a los recién nacidos para garantizar una adecuada cicatrización y evitar infecciones. Este proceso dura aproximadamente entre 5 y 15 días, hasta que el cordón se seca y cae de forma natural.
¿Qué dice la OMS sobre el cuidado del cordón umbilical?
En los últimos años uno de los debates relacionados con este procedimiento ha girado en torno al uso, o no, de antisépticos para el muñón umbilical. Desde 1998, la OMS reconoce como el método más seguro y eficiente es la cura en seco del cordón.
Sin embargo, estudios recientes han demostrado que el uso de clorhexidina reduce la colonización bacteriana del muñón y las tasas de onfalitis (infección del ombligo) en países con alta mortalidad neonatal por infecciones.
Por lo tanto, la cura en seco continúa siendo la estrategia más adecuada en nuestro entorno.
- CURA EN SECO: se trata de mantener el cordón siempre limpio y seco, con sólo lavados con agua y jabón neutro, limpiarlo y secar bien asegurando que la zona no quede húmeda.
¿Cómo realizar la cura en seco del cordón umbilical?
La cura en seco consiste en mantener el cordón limpio y seco, lavándolo con agua y jabón neutro y asegurándose de que no quede húmedo.
Pasos para la cura en seco
- Frecuencia: Realizar el cuidado del cordón una vez al día en el momento del aseo del bebé o cada vez que se ensucie con heces u orina.
- Limpieza:
- Lavar el cordón con una gasa empapada en agua y una mínima cantidad de jabón neutro (1 ml).
- Limpiar cuidadosamente la base del cordón, moviendo con delicadeza la pinza umbilical para acceder a toda la zona.
- Secado:
- Usar una gasa estéril para secar completamente la zona.
- Dejar que el cordón termine de secarse al aire, sin cubrirlo con gasas ni apósitos.
- Evitar la humedad:
- No cubrir con gasa ni apósitos para facilitar la cicatrización.
- Colocar el pañal por debajo del ombligo para permitir la ventilación.
- Lavado de manos:
- Lavarse bien las manos antes de realizar la limpieza.
- Se recomienda lavar las manos también antes de la lactancia, ya que la manipulación del abdomen podría provocar vómitos en el bebé.
Recordatorio: Lavarse las manos antes de realizar el lavado y es recomendable antes de las tomas
ya que la manipulación del abdomen podría ocasionar vómitos.
Signos de alarma: ¿Cuándo acudir al pediatra?
Es fundamental vigilar el estado del cordón umbilical y acudir al médico si se presentan los siguientes síntomas:
- Enrojecimiento o inflamación de la zona.
- Sangrado persistente o hemorragia.
- Secreciones con mal olor o pus.
- Desprendimiento tardío del cordón (más de 15 días sin caerse).
- Presencia de una hernia umbilical.
Si notas alguno de estos signos, consulta con un profesional de salud para una evaluación y tratamiento adecuado.
Consejos para el cuidado del cordón umbilical
- Opta por baños de esponja en lugar de sumergir al bebé en agua hasta que el cordón se caiga.
- Usa ropa holgada de algodón para evitar el roce en la zona umbilical.
- Asegúrate de que el cordón no quede húmedo después de la limpieza.
- Evita tocar o manipular el cordón más de lo necesario.
- Consulta al pediatra ante cualquier duda o signo de alarma.
Siguiendo estos cuidados, garantizarás una cicatrización adecuada y evitarás complicaciones en la zona umbilical del recién nacido.
El cuidado del cordón umbilical es sencillo, pero debe realizarse con precaución. La cura en seco sigue siendo la mejor opción en entornos con buenas condiciones higiénicas, asegurando que el ombligo de tu bebé sane sin complicaciones. Si tienes dudas o notas alguna anomalía, consulta con tu pediatra.