El factor Rh (Rhesus) es un marcador inmunológico presente en los glóbulos rojos que determina la compatibilidad sanguínea entre diferentes individuos. Su importancia en el embarazo radica en que puede generar una respuesta inmunitaria materna que afecte al bebé si no se toman las medidas preventivas adecuadas.
Gracias a la vacunación con inmunoglobulina anti-D, este problema se ha reducido significativamente en los últimos años. A continuación, te explicamos cómo funciona el factor Rh y qué precauciones deben tomarse en el embarazo.
¿Qué es el factor Rh?
El factor Rh es una proteína que se encuentra en la superficie de los glóbulos rojos. Según la presencia o ausencia de esta proteína, las personas pueden clasificarse en:
- Rh positivo (+): Poseen la proteína en sus glóbulos rojos.
- Rh negativo (-): No tienen la proteína en sus glóbulos rojos.
El factor Rh se hereda genéticamente, por lo que un bebé puede tener un Rh diferente al de la madre.
¿Por qué el factor Rh es importante en el embarazo?
Si una madre es Rh negativa y el feto es Rh positivo, existe el riesgo de que su sistema inmunitario detecte los glóbulos rojos del bebé como “extraños” y genere anticuerpos para destruirlos. Este proceso se conoce como isoimunización Rh y puede derivar en una enfermedad grave llamada eritroblastosis fetal o enfermedad hemolítica del recién nacido.
¿Cómo se produce la incompatibilidad Rh?
Durante el embarazo, es normal que algunos glóbulos rojos del bebé pasen al torrente sanguíneo de la madre. Esto puede ocurrir en diversas situaciones:
- Pequeñas filtraciones de sangre fetal hacia la madre durante la gestación.
- Durante el parto, especialmente si es complicado o por cesárea.
- En procedimientos invasivos como la amniocentesis o la biopsia de vellosidades coriónicas.
- En casos de aborto espontáneo, ectópico o amenaza de aborto.
- En hemorragias durante el embarazo o traumatismos abdominales.
Si la madre es Rh negativa y el feto es Rh positivo, su sistema inmune puede reaccionar produciendo anticuerpos anti-Rh, los cuales pueden atacar los glóbulos rojos del bebé en un embarazo posterior.
Consecuencias de la incompatibilidad Rh en el bebé
Si no se previene, la incompatibilidad Rh puede provocar:
- Anemia fetal: Destrucción acelerada de glóbulos rojos en el feto.
- Hidropesía fetal: Acumulación de líquido en los tejidos del bebé, lo que puede llevar a insuficiencia cardíaca.
- Ictericia grave: Exceso de bilirrubina en la sangre del recién nacido, con riesgo de daño neurológico.
- Muerte fetal intrauterina: En casos severos y sin tratamiento.
Gracias a los avances médicos y la administración de la vacuna anti-D, estos casos son actualmente muy poco frecuentes.
¿Cómo se previene la incompatibilidad Rh?
Desde la aparición de la vacuna inmunoglobulina anti-D en los años 60, la incompatibilidad Rh ha dejado de ser un problema grave.
Pruebas médicas en embarazadas Rh negativas
- Determinación del grupo sanguíneo y factor Rh en la primera consulta prenatal.
- Prueba de Coombs indirecta en el primer trimestre, para detectar si hay anticuerpos anti-Rh en la sangre materna.
Administración de la inmunoglobulina anti-D
La vacuna anti-D evita la formación de anticuerpos contra los glóbulos rojos del bebé. Se administra en los siguientes casos:
- Semana 28 de embarazo, como prevención.
- Después del parto, si el bebé es Rh positivo.
- Si hay riesgo de exposición sanguínea, como en una amniocentesis, sangrado, cesárea, parto instrumental o aborto espontáneo.
Esta profilaxis ha hecho que la enfermedad hemolítica del recién nacido sea hoy en día anecdótica.
El factor Rh es un marcador sanguíneo importante en el embarazo, ya que en ciertos casos puede generar una respuesta inmunitaria materna contra los glóbulos rojos del bebé. Sin embargo, gracias a la vacuna anti-D y el seguimiento médico adecuado, este problema se previene eficazmente.
Si eres Rh negativa, es fundamental seguir los controles médicos y recibir la inmunoglobulina anti-D en los momentos indicados para asegurar un embarazo seguro y sin complicaciones.