En la técnica de la cirugía abierta el cirujano realiza un corte quirúrgico en el abdomen, que no solo le permite la visión completa del área, sino también permite la extracción de la vesícula biliar. La extracción se realiza por parte del cirujano con cuidado y de forma suave separándola del resto de órganos.
Esta intervención se realiza con anestesia general. El cirujano puede realizar una radiografía específica llamada colangiografía. Para esta radiografía se introduce mediante aguja un tinte en el conducto colédoco lo que ayuda a localizar posibles cálculos que se sitúen fuera de la vesícula.
En el caso de la Colecistectomía Laparoscópica el cirujano realiza varias incisiones pequeñas. El cirujano introduce el laparoscopio y otros instrumentos quirúrgicos por cada una de las incisiones. Gracias al laparoscopio y el resto de instrumental se extrae la vesícula.
La intervención por la vía laparoscópica se realiza con anestesia general. El cirujano puede realizar una radiografía específica llamada colangiografía. Para esta radiografía se introduce mediante aguja un tinte en el conducto colédoco lo que ayuda a localizar posibles cálculos que se sitúen fuera de la vesícula
En función del caso concreto el cirujano decide si la técnica adecuada es la laparoscopia o si por el contrario el uso de esta técnica no es factible y hay que recurrir a la cirugía abierta.
Tratamiento de la Colecistectomía
Para realizar un diagnóstico más completo, el médico, a parte de evaluar los síntomas que tenga el paciente es necesaria la evaluación de pruebas de diagnóstico por imagen, como una ecografía, de este modo el Doctor podrá asegurar el diagnóstico. En la mayoría de los casos el tratamiento definitivo es la cirugía. Es importante destacar que si se deja pasar el tiempo y no se opera, los síntomas pueden empeorar y esto puede generar complicaciones en la vesícula.
Postoperatorio Vesícula por Laparoscopia
En ocasiones esta cirugía se realiza de forma ambulatoria, es decir, el paciente puede irse a casa el mismo día de la cirugía. Pero generalmente lo más recomendable y lo que el médico hace es esperar un día más para dar el alta al paciente y así asegurar una mejor recuperación.
El paciente podrá realizar vida normal pasadas de 2 a 4 semanas, dependiendo de la técnica quirúrgica aplicada. En los casos en los que la operación se haya realizado mediante cirugía laparoscópica, el tiempo de recuperación se verá reducido a una semana, ya que esta técnica es menos invasiva, permitiendo una recuperación menor y más cómoda para el paciente. Al contrario ocurre con aquellos casos en los cuáles se haya hecho mediante la técnica de cirugía abierta, el tiempo de recuperación será algo mayor, entre 2 y 4 semanas.
Tras la operación, debe realizar reposo y seguir los consejos que le haya dado el médico. En principio no es necesario llevar una alimentación de dieta tras la cirugía, puede hacer vida normal en cuanto a alimentación. Si siente que no tolera algún alimento, vaya introduciéndolo poco a poco con el paso de los días.
Concertado con las principales aseguradoras.
¿Por qué se retira la vesícula?
La colecistectomía suele estar producida por colelitiasis. Se trata de la aparición de cálculos o “piedras” en la vesícula. Esto se produce por la precipitación de sales biliares en la vesícula. Estas piedras o cálculos pueden producir inflamación del páncreas (pancreatitis), infección de la vesícula (colangitis), la obstrucción de los conductos por donde va la bilis (ictericia), dolores (cólicos biliares) o inflamación de la vesícula (colecistitis).
Otra posible causa de la colecistectomía puede ser la aparición de pólipos en la vesícula.
El cirujano debe ser la persona que indique tanto el tratamiento como los beneficios y riesgos que tiene la intervención para la retirada de la vesícula biliar en cada caso concreto.
Concertado con las principales aseguradora