En Hospital Fuensanta, contamos con una Unidad de Psicología, formada por nuestra psicóloga y sexóloga Leticia Valdeolivas.

Nuestra forma de trabajo implica la realización de una evaluación exhaustiva de la problemática que presente el paciente, contribuyendo a poder ofrecer un tratamiento ajustado a sus necesidades.

En las consultas de psicología, nos centramos en el desarrollo de un plan personalizado e individualizado para cada paciente.

Ofrecemos atención individual (infanto-juvenil y adultos), familiar y de pareja.


¿Cómo es la primera consulta?

En la primera consulta, se llevará a cabo la primera toma de contacto entre paciente y psicólogo para establecer una relación cuidada y de atención a lo que se quiera mejorar.

Tarifas Individuales:
  • Primera consulta 50€ (60min/sesión)
  • Sesión en Pareja o en Familia 75€ (90 min/sesión)

Bono de 5 sesiones:
  • 5 sesiones individual 200€ (60 min/sesión)
  • 5 sesiones en pareja o familia 325€ (90min/sesión)


Tipos de terapia


Terapia de familia
  • Crisis relativas al ciclo vital de la familia tales como maternidad.
  • Acontecimientos inesperados y/o traumáticos como separación y/o divorcio.
  • Educación de los hijos, discrepancias. Normas y límites.
  • Rivalidad/conflicto entre hermanos.
  • Problemas de comunicación. Discusiones continuas. Falta de entendimiento.
  • Nuevas familias: cuando uno o los dos cónyuges tienen nueva pareja con y sin hijos.
La terapia familiar constituye un espacio en el que se abordan problemas y/o dificultades generadas en el contexto de las relaciones familiares y/o con personas significativas a las personas con las que se trabaja.

Acontecimientos estresantes del día a día, el propio ciclo vital familiar, situaciones traumáticas y/o sucesos imprevistos pueden generar la necesidad de realizar un trabajo en este marco de intervención. Se busca restablecer el equilibrio de la unidad familiar, mejorar los procesos de escucha y comunicación así como los vínculos afectivos de sus miembros, el fortalecimiento de recursos y la generación de estrategias adecuadas para resolver conflictos familiares de forma más saludable.

Las primeras sesiones sirven para conocernos, exponer las expectativas y plantear la problemática, a fin de recabar datos que puedan orientar la intervención de la forma más adecuada posible, siendo flexible y ajustada a las necesidades e intereses que puedan surgir. De igual forma, las primeras sesiones sirven para encuadrar el trabajo terapéutico y resolver todas aquellas dudas que puedan surgir a la hora exponer la forma de trabajar.


Terapia de pareja
  • Problemas de comunicación.
  • Problemas/dificultades en la convivencia. Discusiones constantes.
  • Celos, infidelidad, falta de confianza.
  • Amenaza de separación y/o divorcio.
  • Elaboración de rupturas sentimentales.
  • Interferencias generadas por un tercero: trabajo, familia de origen, familia política…
  • Dificultades en el compromiso, deterioro de la intimidad, desgaste de la relación.
  • Dificultades en la relación sexual, insatisfacción, apatía. Disfunciones.
El paso del tiempo, la convivencia, la llegada de los hijos y su educación, miedos e inseguridades, cambios promovidos por situaciones imprevistas…son algunos de los motivos por lo que la relación puede verse gravemente deteriorada. Decidir iniciar una terapia de pareja, supone un paso decisivo para hacer frente a la situación de malestar, conflictividad, sufrimiento y/o distanciamiento que pueda haberse asentado en la pareja. En terapia se trabaja para conseguir un mayor nivel de satisfacción en la relación, incluyendo la mejora en la comunicación, su grado de aceptación, de confianza, de disfrute… así como su capacidad para la toma de decisiones.

De igual forma resulta un recurso de utilidad en casos de separación o divorcio, a fin de minimizar el impacto emocional generado no sólo en la pareja sino en la familia. Las primeras sesiones sirven, por un lado, para encuadrar y resolver dudas que puedan existir en la forma de trabajar y por el otro, para plantear la demanda, recoger expectativas y analizar las dificultades atendiendo a las necesidades personales de cada miembro, así como la definición de objetivos consensuados que guiarán la correspondiente intervención.


Terapia sexual
  • Deseo sexual hipoactivo o falta de deseo.
  • Disfunción eréctil.
  • Anorgasmia.
  • Eyaculación precoz.
  • Eyaculación retardada.
  • Otras disfunciones no asociadas a la respuesta sexual como vaginismo, coito doloroso.
La terapia sexual se orienta y dirige al trabajo de estrategias y técnicas terapéuticas con aquellas personas que presenten alguna disfunción en el desempeño de su actividad sexual, descartando causa médica (fisiológica) o como complemento a un tratamiento médico, así como a potenciar una vida sexual más plena y satisfactoria a través de una intervención de carácter psicoeducativo.

Para realizar una adecuada valoración del motivo de consulta y con ello posibilitar la intervención más adecuada, las primeras sesiones sirven para recoger los datos suficientes relativos a la historia psicosexual de la persona así como sus expectativas y necesidades.


Terapia individual 
  • Ansiedad.
  • Problemas del estado de ánimo: desmotivación, apatía, depresión, tristeza, labilidad emocional…
  • Dependencia emocional y relaciones tóxicas.
  • Trastornos adaptativos.
  • Manejo de las emociones.
  • Problemas de autoestima: inseguridad, perfeccionismo, sentimientos de culpa.
  • Problemas y/o dificultades en las relaciones sociales.
  • Preocupaciones excesivas. Tendencia a obsesionarse y a rumiar. Miedos.
  • Problemas del sueño.
  • Problemas laborales.
  • Superación de rupturas sentimentales, situaciones difíciles, cambios, bloqueos, duelos. Toma de decisiones.
  • Crecimiento/desarrollo personal y profesional: potenciar recursos y habilidades socio-emocionales, gestión del tiempo, mejora de la comunicación, consecución de objetivos y metas, favorecer la consecución del cambio, asertividad, autoaceptación.
La terapia individual constituye un recurso de apoyo para entender mejor lo que nos sucede, conocernos más y gestionar de forma más eficiente nuestras emociones. Nos ayuda a resolver conflictos y/o momentos de sufrimiento, angustia y malestar atendiendo al momento evolutivo en el que nos encontremos. Resulta importante destacar el papel protagonista que tienen los padres y/o personas de referencia en el caso del trabajo con niños y la necesidad de encajar los cambios que vayan produciéndose en su sistema familiar.

Nuestra forma de trabajar, a diferencia de otros modelos que centran su interés en los aspectos intrapsíquicos o de comportamiento de la persona, se enfoca en abordar los problemas y/o dificultades del individuo desde un enfoque relacional. Tenemos muy presente la influencia de las relaciones significativas de la persona y sus circuitos de interacción, así como su potencial y recursos personales.

Las primeras sesiones sirven para recoger los aspectos más significativos de la vida de la persona, delimitar el motivo de consulta y qué se espera conseguir. Resulta fundamental generar un clima de confianza para que la persona se sienta cómoda para compartir y trabajar aquello que le preocupa.


Terapia infanto-juvenil
  • Problemas generados a lo largo del proceso evolutivo y de crecimiento personal.
  • Cambios y problemas de adaptación.
  • Problemas de conducta. Comportamientos inadecuados.
  • Problemas y/o dificultades en el ámbito escolar. Fracaso escolar.
  • Problemas/dificultades emocionales y de relaciones sociales.
  • Problemas de autoestima, autoconcepto, autoaceptación.
  • Problemas del estado de ánimo.
  • Problemas del sueño.
  • Ansiedad.

Crecimiento personal y profesional
Un proceso de crecimiento personal y/o profesional constituye una herramienta encaminada al trabajo de aquellos aspectos de la vida de la persona que le gustaría fomentar o mejorar. Ayuda a conocerse mejor y afrontar momentos de cambio y/o retos de forma más positiva.

El proceso de crecimiento contribuye a fortalecer nuestros recursos y capacidades y a desarrollar habilidades para superar nuestras limitaciones y alcanzar nuestro máximo potencial, ya sea a nivel personal y/o profesional mejorando la motivación, rendimiento y calidad de vida de la persona que desea iniciarlo. Lo primero es delimitar y definir claramente qué se quiere conseguir, esclarecer por tanto la secuencia de objetivos e indicadores que nos ayuden a valorar su cumplimiento para trazar el plan de acción más adecuado, siendo este flexible y adaptado a las necesidades de la persona.

Equipo médico