La Geriatría debe atender al anciano tanto en situación de salud como de enfermedad, haciendo prevención e intentando evitar lo más posible los deterioros y funcionalidades propios de la edad adulta, como la disminución de memoria y capacidad cognitiva o pérdidas insignificantes de funcionalidad que disminuyen sus capacidades fisiológicas y predisponen al anciano a enfermedades agudas que, a menudo, necesitan de hospitalización para su mejora.
Por ello, nuestros/as geriatras trabajan para lograr los siguientes objetivos entre las personas de edad avanzada:
- Prevenir la enfermedad y controlar la salud del anciano.
- Evitar la dependencia, limitándola a los casos inevitables.
- Trabajar para evitar la cronicidad y la invalidez.
- Ocuparse de toda la problemática médica, funcional, mental y social del anciano. Trabajar en equipos multidisciplinares para valorar mejor todos los aspectos que hacen al bienestar del anciano.
- Rehabilitar. Intentar recuperar a los pacientes que han perdido su independencia física o social. El objetivo es que el anciano continúe formando parte de la comunidad.
- Proporcionar un cuidado progresivo del anciano, al contar con diferentes niveles asistenciales: el hospital, el domicilio, centros de rehabilitación o convalecencia y centros residenciales.