La hipoacusia o pérdida de la audición es la incapacidad total o parcial para escuchar sonidos en uno o ambos oídos.

¿Qué causa la hipoacusia?

La hipoacusia se produce por un problema mecánico en el oído externo o el oído medio. Normalmente, las causas se pueden tratar. Se puede producir por:

  • Porque los 3 husos del oído no conducen el oído adecuadamente.
  • El tímpano no vibra en respuesta al sonido.
  • Acumulación de cera en el conducto auditivo externo.
  • Líquido que permanece en el oído después de una infección auditiva.
  • Objeto extraño alojado en el conducto auditivo externo.
  • Agujero en el tímpano.
  • Cicatriz en el tímpano a raíz de infecciones repetitivas

Asimismo, la hipoacusia puede estar presente al nacer (congénita) y puede deberse a anomalías congénitas que provocan cambios en las estructuras del oído, trastornos genéticos o infecciones que la madre transmite al bebé en el útero (toxoplasmosis, rubeola o herpes).

Por último, el oído puede lesionarse por diferencias de presión entre la parte interna y externa del tímpano, fracturas de cráneo o traumatismos por explosiones, fuegos artificiales, armas de fuego, conciertos de rock y auriculares.

¿Cuáles son los síntomas más habituales de la hipoacusia?

Los síntomas de la hipoacusia pueden incluir:

  • Escuchar sonidos demasiado fuertes.
  • Dificultad para seguir conversaciones cuando dos o más personas están hablando.
  • Dificultad para oír en ambientes ruidosos.
  • Dificultad para diferenciar sonidos agudos (por ejemplo, «s» o «th»).
  • Menos problemas para escuchar las voces de los hombres que las voces de las mujeres.
  • Voces que suenan entre dientes o mal articuladas
  • Sensación de perder el equilibrio o estar mareado.
  • Sensación de presión en el oído.
  • Ruido o zumbido en los oídos (tinnitus o acúfenos)

Tratamiento de la hipoacusia

La hipoacusia tiene diferentes tratamientos, dependiendo de cuál sea la causa. El otorrinolaringólogo determinará cuál es esa causa y cómo se debe tratar. En el caso de que sea una pérdida de audición provocada por una infección, cuando desaparece la infección, se recupera la capacidad de oir. En los casos más graves se puede recurrir a la colocación de audífonos o cirugías reparadoras.

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