Categorías: Aparato Digestivo

Una hemorragia digestiva es cualquier sangrado que se produce en el tubo digestivo. Hay diferentes tipos:

  • Hemorragia digestiva alta: cuando se produce en el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado.
  • Hemorragia digestiva baja: cuando la pérdida de sangre se da en el resto del intestino delgado, el intestino grueso, el recto y el ano.

A veces el sangrado es tan leve que no puede verse sino es con una prueba en el laboratorio, como el test de sangre oculta en heces. Por lo tanto, algunos síntomas que deben ponernos en alerta sobre una posible hemorragia digestiva son:

  • Heces alquitranosas y oscuras.
  • Cantidades más grandes de sangre que salen del recto.
  • Cantidades pequeñas de sangre en el inodoro, en el papel higiénico o en vetas en las heces.
  • Vómitos con sangre.

Aunque la pérdida de sangre no sea muy grande, puede acabar produciendo problemas de salud, como la anemia ferropénica.

¿Qué puede causar una hemorragia digestiva?

Lo normal es que este tipo de hemorragias se produzcan por una fisura anal o hemorroides. Ambas no son patologías graves a priori. Sin embargo, a veces el sangrado puede ser síntoma de enfermedades más serias como:

Para tratarla, lo primordial es encontrar la causa y curar la misma. Sin ir a la base del problema no se podrá solucionar y volverá a aparecer con el tiempo.

 

Recordatorio: esta información tiene como fin proporcionar pautas generales y no dar una opinión médica definitiva. Es importante que consulte a su médico sobre su enfermedad específica y el tratamiento más adecuado.

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